El modelo 'low cost' en las aerolíneas, basado en ofrecer atractivos precios para llenar las aeronaves y cobrar por los servicios adicionales al billete como la maleta de mano, podría llegar a su fin con el coronavirus. La Comisión Europea aún no ha manifestado cuáles serán los protocolos a seguir cuando los aviones retomen la actividad para evitar el contagio en los viajes, pero las medidas que suenan con más fuerza pasan por dejar parte de los asientos vacíos para guardar las distancias de seguridad y/o prohibir el equipaje de mano abordo, dos aspectos clave en el negocio del bajo coste que acarrearían subidas de precios.
De hecho, Emirates ya ha prohibido todos los artículos de mano en cabina más allá de los bolsos, maletines o equipos electrónicos. Para contrarrestar este 'daño' al pasajero, ha decidido ampliar el límite de peso del equipaje facturado. Por su parte, la británica EasyJet y las estadounidenses Delta y American Airlines han manifestado que estudian la forma de eliminar los asientos centrales. Unas medidas que Bruselas podría extender a todos los viajes dentro de la Unión Europea, que el comisario de Mercado Interior e Industria, Thierry Breton, confía en que se puedan retomar de manera progresiva "desde este verano".
A sabiendas de la problemática que acarrearía en su negocio la disminución de la capacidad en sus vuelos, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, afirma en una entrevista a 'Financial Times' que si se imponen medidas de distanciamiento como la de dejar un asiento vacío, las cuales considera "absurdas", su aerolínea "no volará". El ejecutivo asegura que ha advertido al Gobierno irlandés de que "el Estado tendrá que correr con el coste de dejar esas filas vacías", pues "no podemos ganar dinero con el 66% de ocupación".
Alexandre de Juniac, el director general de la patronal aérea mundial, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), avanza que si la Comisión Europea obliga en su normativa -que previsiblemente anunciará el próximo mes- a dejar libres al menos un tercio de los asientos, los billetes 'low cost' en el corto y medio radio "terminarán", pues las aerolíneas estarán obligadas a aumentar sus tarifas en un 50% para "asegurarse un mínimo beneficio" especialmente las compañías de bajo coste, con unos márgenes por asiento más ajustados que las tradicionales.
Precios muy similares
De esta forma, el rasgo característico del 'low cost', el bajo coste, se difuminará con el coronavirus. Según datos de la plataforma de inteligencia turística Mabrian Technologies, en estos momentos las tarifas para los vuelos cortos en los meses de verano ya están muy igualadas entre las diferentes compañías, pues las aerolíneas tradicionales han podido bajar precios para impulsar las ventas de verano mientras el 'bajo coste' se ha mantenido estable en algunos casos y en otros se ha encarecido.
Por ejemplo, según los datos de la firma, para la primera quincena de julio el precio de los vuelos tanto de aerolíneas tradicionales como 'low cost' se sitúa en torno a los 90 euros en los vuelos desde España, pues las primeras -gracias a ese margen mayor con el que cuentan- han reducido las tarifas en un 41% respecto al mismo periodo del año anterior para avivar la demanda, mientras que las de bajo coste han incrementado el precio medio del billete un 37% para el citado periodo en los vuelos.
En los buscadores 'on line' también puede comprobarse que durante esas fechas algunas aerolíneas tradicionales como Air Europa o Iberia ya igualan en precio a Ryanair, Norwegian o Vueling en vuelos de corto radio internos, como Baleares o Canarias, o incluso a destinos de otros países cercanos, como Oporto o Londres. Una variación que, según los expertos, ya venía experimentándose meses atrás, con modelos cada vez más híbridos en términos generales, y podría potenciarse en el futuro. Sin el 'full capacity', las 'low cost' perderán la ventaja competitiva del precio y tendrán que 'pelear' por los clientes.
Con la caída de la demanda como escenario principal, el director general de IATA apunta que este incremento de tarifas se presenta como la única solución para esquivar la quiebra. Algunas aerolíneas 'low cost' ya atravesaban problemas financieros antes de la crisis sanitaria que ahora se han agravado, como Norwegian. Recientemente ha cerrado cuatro filiales en Europa y el sindicato de pilotos Sepla duda de su futuro en España. Desde la aerolínea aseguran a este medio que su situación en nuestro país "sigue igual a merced de los acontecimientos".