Abanca ha firmado el traspaso definitivo de la actividad de AC Gestión, una vez recibida la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La operación, según recuerda la entidad en un comunicado, se acordó el pasado 19 de noviembre y contempla la venta a Abanca del 78,41% del capital social de AC Gestión, lo que, unido al 13,24% que poseía la entidad financiera gallega, sitúa su participación en el 91,65%. El porcentaje adquirido se reparte de la siguiente forma: un 51% de acciones clase A de Ahorro Corporación S.A., un 10,09% de acciones clase B de Ahorro Corporación S.A., y el 17,32% restante procedente de un grupo de accionistas minoritarios, todos ellos entidades de crédito.
La compra se ha materializado por el valor de los recursos propios, 6 millones de euros, aunque el precio, según Abanca, “se ajustará en relación a los gastos que han sido necesarios hasta la perfección de la operación”. Y se enmarca, según el director general de mercado de capitales, gestión y distribución institucional de la entidad, Juan Luis Vargas-Zúñiga, “en la apuesta que Abanca hace por la calidad en la gestión del fuera de balance, tanto en los fondos como en los planes de pensiones”.
Abanca asegura que “dotará a AC Gestión de nuevos sistemas informáticos, mantendrá el personal de la misma e incorporará gestores en áreas específicas o especialistas en la gestión de seguros”. “La gestora tendrá total independencia para gestionar los recursos de terceros, fundamentalmente clientes institucionales, e incorporar a su cartera de productos fondos de alto valor para los clientes vía gestores de alta especialización”, indica. A cierre del pasado abril, AC Gestión contaba con una oferta de 61 fondos de inversión, con un patrimonio bajo gestión de 3.250 millones de euros.
Ahoro Corporación fue pionera en muchos aspectos dentro de la gestión de activos en España, donde manejaba los fondos de inversión de las antiguas cajas de ahorro, llegando a convertirse en la cuarta gestora por volumen patrimonial, con 13.000 millones de euros antes de la crisis. Pero la desaparición de las cajas del panorama financiero significó el principio del fin de una firma cuyos informes mensuales sobre el sector eran más valorados incluso que los de la propia asociación Inverco.