ATL Capital no ve motivos de preocupación sobre el crecimiento de la economía mundial este año. O por lo menos no más de los que había en 2015 y rechazan de plano que se vaya a producir una recesión global. Razón por la que sigue manteniendo sus apuestas por la renta variable, sobre todo la europea, donde encuentran que las valoraciones son más atractivas que en la bolsa norteamericana.
Durante la reciente presentación de perspectivas de la firma independiente de banca privada y gestión de activos, sus responsables destacaron cómo el bajo precio de la energía no se ha dejado notar todavía con fuerza en las cuentas de resultados de las compañías. Pero es un elemento que ayudará a cambiar la percepción de los inversores, debido a la fuerte dependencia del petróleo que tiene la economía europea.
China tampoco lo ven como un elemento de preocupación porque consideran que está su modelo productivo está evolucionando hacia una economía de servicios y es normal que no se vuelvan a observar crecimientos superiores al 6%. De hecho, en sus previsiones sitúan en el 5,5% el umbral por el que habría riesgo de recesión en el gigante asiático.
Otras de las apuestas de la firma fundada por Jorge Sanz son la renta fija de alta rentabilidad y los bonos convertibles. “Es posible todavía encontrar rendimientos superiores al 4%” en high yield, sin asumir riesgo de duración, señalan en ATL Capital. En los mercados emergentes encuentran más potencial de revalorización en deuda soberana en moneda local y evitan la renta fija corporativa emitida en dólares.
El único inconveniente para el inversor es que deberá acostumbrarse a una volatilidad muy elevada a lo largo de este año y mantener la cabeza fría ante los vaivenes del mercado.