La inclusión de la compra de deuda corporativa dentro del programa de adquisición de activos del organismo supervisor ha sido la gran sorpresa para las gestoras. "El paquete de medidas de Draghi intenta por todos los medios hacer frente al problema. El nuevo programa TLTRO II es probable que vaya a tener mayor impacto porque puede incentivar realmente a los bancos a conceder financiación más barata de lo que ellos la obtienen del banco central. La decisión de comprar bonos corporativos no financieros podría ser una medida interesante, pero no sabemos exactamente qué es lo que comprarán y qué cantidad. El riesgo es que el BCE decida comprar menos de los que el mercado espera actualmente", señala Patrick O’Donnell, gestor de Aberdeen Asset Management.
"Lo más relevante del anuncio que ha realizado el BCE no es la bajada de la facilidad marginal de depósito (de -0,30% a -0,40%) ya descontada por el mercado, sino la ampliación del ritmo de compras hasta 80.000 millones mensuales y, sobre todo, la inclusión de deuda corporativa a partir de junio. El objetivo, de nuevo, es incentivar el crecimiento de crédito para impulsar la inflación a medio plazo. La reacción del mercado muestra dudas sobre su efectividad, con las bolsas moderando sus subidas iniciales, el euro apreciándose después de su fuerte depreciación inicial y los bonos periféricos retrocediendo tras el tirón en el precio tras el anuncio. Si estamos más cerca o no de los límites de las políticas monetarias, lo veremos en las próximas semanas", asegura Francisco Sainz, director de gestión de Imantia Capital.
O’Donnell subraya el hecho de que "podría haber sido mejor dejar a un lado la cuestión de hasta qué punto puede recortar los tipos el BCE. Draghi ha dicho que el organismo no recortará los tipos de interés más de lo que lo ha hecho, aunque ya habíamos oído este mismo mensaje antes. El euro se ha debilitado cuando los mercados han digerido las nuevas medidas, solo porque le han dado la vuelta a la sugerencia de que podría haber alcanzado el final de la senda en el recorte de los tipos. Draghi intentó volver atrás, pero el daño ya está hecho”.
Para Toby Nangle, director de estrategia multi-asset en Europa para Columbia Threadneedle Investment, "el aspecto más importante de la decisión tomada por el BCE parece haber sido incluir los bonos corporativos no financieros en la lista de activos elegibles para el QE. Esta decisión otorga al BCE la posibilidad de convertirse en el actor más importante del mercado de bonos corporativos. Mientras que las medidas del BCE tienen pocas posibilidades de transformar el panorama económico, éstas están en consonancia con la intención de la institución europea de abaratar los costes de financiación para las empresas que buscan invertir, y reducir así los incentivos para el ahorro”.