Su llegada se ha hecho esperar, pero Beltrán de la Lastra ya ha tomado el timón de la nueva era de Bestinver, que deja atrás una historia gloriosa de la mano del que durante los últimos 25 años, y hasta el pasado 23 de septiembre, fue su gestor estrella, Francisco García Paramés. De la Lastra aterriza con la sombra alargada del 'Warren Buffet' europeo, pero sin complejos. "No vengo a ser Paramés 2", asegura a Vozpópuli, sino "a hacer mi trabajo, a cuidar los clientes y aplicar mi filosofía de inversión", basada, como su antecesor, en el value investing.
"Cuidar a los clientes", repite insistintemente De la Lastra, sabedor de que la marcha de Paramés ha golpeado severamente la confianza de muchos de los inversores en Bestinver -y en Paramés-. No en vano, en el último mes y medio han salido más de 1.600 millones de euros de los fondos de la gestora propiedad de Acciona. El nuevo jefe de inversiones de la gestora señala que los reembolsos y traspasos han supuesto el 20% de los recursos que tenía hace un mes y medio. Afirma, a este respecto, que los flujos de salida en los últimos días ya "son absolutamente mínimos".
Desde que Bestinver anunció su fichaje el 23 de septiembre, sólo unas horas después de que Paramés comunicara su dimisión públicamente -aunque su fichaje se estaba cocinando desde hacía meses-, De la Lastra, que se incorporó oficialmente el martes tras 18 años en las oficinas de Londres de JP Morgan, afirma haber estado al margen "del tema mediático" que se ha generado alrededor de de la salida de su predecesor y que aún hoy continúa.
Su primera toma de contacto con lo que él define como "un proyectazo" ha supuesto una "pequeña sorpresa positiva" porque, dice, "las carteras que me han llegado están en una situación bastante buena". Sorpresa por la convulsión que ha sufrido Bestinver en las últimas ocho semanas, que se ha visto acompañada de una elevadísima volatilidad en los mercados, ya que, según explica, en realidad "el estilo de gestión" que ha habido hasta ahora "es similar" al que propugna.
"El anterior equipo de trabajo -que incluye a Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, quienes saldrán de la gestora de cara a 2015- lo ha hecho bastante bien en un contexto en que había riesgos", subraya De la Lastra, que ya se ha puesto al frente de los fondos internacionales de Bestinver. "Me han dejado en posición de comprar algunas acciones que no estaban en cartera porque tengo liquidez", destaca.
Observa "oportunidades" en compañías en las que Bestinver ha desinvertido en las últimas semanas y se han visto "muy castigadas" en Bolsa y cuyos precios están, a su juicio, "distorsionados".
En este sentido, incide en que el objetivo es "ir construyendo posiciones en las próximas semanas". Observa, para ello, "oportunidades" en compañías en las que Bestinver ha desinvertido en las últimas semanas y se han visto "muy castigadas" en Bolsa y cuyos precios están, a su juicio, "distorsionados". Miquel y Costas y Laboratorios Rovi son dos de las más reseñables, en tanto en cuanto ha vendido participaciones significativas. De la Lastra, no obstante, evita dar nombres. En el punto de mira, eso sí, están fundamentalmente "empresas industriales, pero también de consumo". "A largo plazo, el sego europeo es muy grande y hay activos francamente atractivos en renta variable", subraya.
En cualquier caso, De la Lastra, que ha incorporado a Ricardo Cañete para dirigir la renta variable Ibérica y prevé contratar a otro gestor de primera línea para el área internacional así como varios analistas, insiste en que "invertir en renta variable es un ejercicio a largo plazo". Por ello, no quiere precipitarse en la formación de su equipo. "He venido para estar otros 18 años o más, como en JP Morgan, y según vayamos construyendo el equipo y las carteras los inversores van a entender que vamos a hacer las cosas bien". "Mi preocupación es cuidar bien a los clientes", reitera, "y así, haciendo las cosas normales, despacio, volverán".
En la carta que remitió a los inversores el martes, De la Lastra, que tendrá el 100% de sus inversiones en Bestinver, aludió a una gestión de los activos "prudente". Esta referencia, explica, "no está por accidente". Significa "evitar la pérdida permanente de capital y las concentraciones de riesgo que no permitan soportarlo", abunda. "Nuestra forma de actuar no es la de ver si doy el pelotazo", agrega. En este punto, asegura que la línea a seguir "es bastante continuista" y advierte de que "me cuesta creer que el anterior equipo no era prudente", añade. Eso sí, incide en que "habrá aspectos marginalmente distintos, en la gestión de liquidez y de riesgos".