Los tipos de interés prácticamente en cero han obligado a las entidades financieras a reducir sistemáticamente la remuneración de los depósitos, uno de los productos favoritos de los ahorradores, en un entorno en el que los bancos se han visto presionados por la caída del margen de sus beneficios. Hasta ING se ha visto en la necesidad de renunciar a uno de los ganchos comerciales que le permitió un crecimiento espectacular en España.
Hasta hace poco no era extraño encontrar depósitos que remuneraban hasta el 7% pero con la crisis financiera y con las entidades en el punto de mira, la normativa prohibió ofrecer rentabilidades superiores al 4% para evitar que se formara una burbuja explosiva para las entidades financieras. Y poco a poco la situación del mercado ha ido rebajando la rentabilidad hasta hacerla casi desaparecer.
En este entorno han aparecido nuevos actores en un mercado hasta ahora dominado por las entidades financieras tradicionales. En algunos casos ejerciendo como intermediarios entre las necesidades de los ahorradores y grupos con capacidad de financiación y en otros aprovechando el momento de debilidad de los grupos financieros, están sabiendo captar la atención de los inversores.
La última en conseguir el visto bueno del Banco de España ha sido la plataforma Raisin, que permite a los ahorradores españoles contratar un depósito en un banco checo y otro austríaco, que ofrecen un depósito al 1,05% TAE.
Esta tasa de rentabilidad es similar a la que están ofreciendo otros grupos financieros europeos en sus depósitos, cubiertos hasta 100.000 euros por el Fondo de Garantía Europeo, y que están captando cada vez el interés de los ahorradores españoles.
En función del plazo temporal elegido y de la cantidad de dinero colocada, la tasa anual equivalente del depósito puede llegar a ser casi del 2%, como ocurre con el Depósito Facto a tres meses, que ofrece un 1,81% a partir de 10.000 euros en su última oferta.
De hecho, una de las ventajas que ofrece la cuenta Facto asociada, ofrecida por el grupo Farmafactoring, es que permite elegir la remuneración del depósito (de hasta el 1,5% TAE) en función de la vigencia de la imposición, desde 3 a 60 meses, con liquidación trimestral de intereses.
No es el único depósito atractivo para el ahorrador. Wizink (perteneciente al Banco Popular) ofrece un 0,90% TAE para un importe mínimo de 12.000 euros en un plazo de 14 meses. Y el depósito de OINC tiene una TAE del 0,7% para un plazo indefenido y sin importe mínimo. Otras entidades más conocidas, como Novo Banco, comercializan un depósito con un plazo de siete meses que paga una rentabilidad del 1,25%, aunque solo para importes mínimos de 25.000 euros.
El ahorrador no debe perder de vista, a pesar de estas interesantes rentabilidades, que normalmente no podrá retirar su dinero antes de que concluya el plazo establecido en la estructura del depósito y que debe ajustar a su perfil de riesgo antes de contratar un producto financiero.