De ser un producto más en la amplia gama ofertada por las entidades financieras, se han convertido desde hace un par de años en una pieza fundamental de su estrategia de negocio. La gestión de activos, tanto en carteras patrimoniales o sicav como en fondos de inversión, planes de pensiones o seguros están proporcionando a las firmas bancarias una parte considerable de sus ingresos, vía comisiones, que se traduce en un incremento de sus beneficios consolidados.
El nivel errático del tipo de interés oficial, en el 0,05%, no deja casi ningún margen para obtener rendimiento en el negocio pasivo de las entidades. La remuneración que pueden ofrecer los depósitos o las cuentas corrientes son tan limitadas que no suponen ningún incentivo para las entidades, que además ya no necesitan captar pasivo para sostener sus ratios de liquidez una vez que la banca ya ha superado todos los test de estrés y el BCE va a comenzar a inyectar dinero masivamente mediante la compra de deuda soberana y otros activos.
La gestión de activos, que tan solo en fondos de inversión acaba de superar los 200.000 millones de euros de volumen patrimonial y que acumula más de dos años de entradas netas de dinero, se ha posicionado, de esta forma, en una de las piedras angulares del negocio de las entidades. Un negocio que está impulsado, además, por la demanda de una mayor dosis de riesgo por parte de los ahorradores, que ya no encuentran en la mayoría de los productos conservadores, ni siquiera en los fondos garantizados, la rentabilidad con la que antes se conformaban.
Los resultados del último trimestre de las principales entidades financieras han puesto de relieve la importancia del negocio de la gestión de activos en sus cuentas. Y durante la presentación de estos datos algún alto ejecutivo subrayó la necesidad de seguir creciendo en este segmento. Hay que recordar que las diez principales gestoras españolas pertenecen a grupos financieros, con Santander, Caixabank y BBVA liderando claramente sobre la competencia, con un 47% de cuota sobre el total de activos.
Para calibrar la importancia que ido adquiriendo la gestión patrimonial y de fondos de inversión basta un dato: un tercio del negocio global del Santander en este segmento en 2014 ha provenido de España, que aglutina 42.183 millones de euros, de los que 32.500 millones pertenecen a los fondos de inversión. El área de banca privada, gestión de activos y seguros representa un 9% de su beneficio global y por comisiones netas ha ingresado un 11,5% más respecto al año anterior, hasta alcanzar los 610 millones de euros.
Por este concepto de comisiones, Caixabank ha ingresado 1.825 millones de euros, de los cuales 244 millones han venido por la parte de fondos de inversión, que junto a carteras patrimoniales y sicav aglutinan 37.483 millones de euros bajo gestión, un 34% más que en 2013.
Banco Popular ha logrado incrementar un 40% solamente en fondos de inversión sus ingresos durante el año pasado, hasta alcanzar los 64 millones de euros, que ha conseguido gracias al haber incrementado su volumen de activos bajo gestión en carteras patrimoniales, que supera ya los 1.000 millones de euros. Y Banco Sabadell terminó el año pasado con 53 millones de euros por comisiones del segmento de gestión de activos, en gran medida procedentes también de los fondos de inversión ya que acaparan 15.700 millones de los 30.379 millones de volumen patrimonial de sus clientes en sicav, fondos, pensiones y seguros, entre otros productos fuera de balance.
Mención especial merece el caso de Bankinter, ya que es una de las firmas que más fuerte ha apostado por la gestión de activos, con la contratación de banqueros privados y la captación de sicav, donde ya tiene una cuota de mercado de casi el 12% del total de firmas. El patrimonio bajo gestión de sus clientes de banca privada asciende ya a 23.000 millones de euros y en fondos de inversión ha pasado a duplicar el volumen que manejaba hace dos años, pasando a gestionar 11.000 millones de euros. Y ha incrementado un 50% sus ingresos por comisiones netas en este segmento hasta alcanzar casi 95 millones de euros.
Y con los clientes migrando de fondos garantizados y de renta fija a corto plazo a fondos mixtos de deuda y hasta de bolsa puros en el caso de los perfiles más arriesgados, el negocio de los fondos se ha convertido en la gallina de los huevos de oro, vía comisiones, para las entidades financieras.