Ya en diciembre, Mariano Rajoy aseguró que la economía española crecería en 2015 más del 2%, la estimación oficial del Gobierno hasta la fecha y bajo la que se elaboraron los Presupuestos. En las últimas semanas, BBVA se ha alineado con el presidente, que en todo caso no estableció una nueva previsión. Más allá han ido otras entidades como Deutsche Bank o Banco Santander. La alemana revisó al alza sus proyecciones para el Producto Interior Bruto (PIB) español la semana pasada, al que augura un crecimiento del 2,4% este año. El martes, Ana Patricia Botín hizo lo propio al expresar su confianza en que España avanzará más del 2%, e incluso se atrevió a fijar una horquilla de entre el 2,5% y el 3%.
Sin embargo, no todas las instituciones financieras son tan optimistas. Sin ir más lejos, desde Suiza, Credit Suisse ha reiterado en estos días un pronóstico mucho más conservador, por el que la economía española tiene un recorrido del 1,6% en el presente ejercicio, es decir, prácticamete la mitad de la mejor estimación de la presidenta del primer banco de la eurozona. Está en la línea de la última previsión de la Comisión Europea, de noviembre pasado, cuando estimó un 1,7% para 2015 y un 2,2% para 2016. Este jueves, no obstante, Bruselas volverá a publicar sus proyecciones macroeconómicas.
Credit Suisse, en cualquier caso, otorga a España el papel de "alumno aventajado" de la zona euro, toda vez que la demanda interna está tomando el relevo sobre el que sustentar el crecimiento "gracias a la recuperación del empleo". Así lo remarca en el informe titulado "Estrategia 2015: Descifrando el Enigma", elaborado por la gestora de Credit Suisse y que ha compartido con inversores en España esta semana. La entidad suiza destaca que nuestro país es "el gran beneficiado de la caída del crudo", que junto con la depreciación del euro compensarán "el deterioro conyuntural -dice- de la balanza comercial".
La amenaza de deflación planea sobre Europa y para combatirla el Banco Central Europeo (BCE) lanzará en marzo un programa de compra de deuda, soberana y corporativa, por 1,13 billones de euros. Según los datos que expone Credit Suisse, España, como Italia y Portugal, registrará precios negativos mientras el crudo oscile entre los 40 y los 70 dólares. No obstante, para este año la previsión que otorga la firma suiza es del 0,2% para España, del 0,1% para Italia y del 0,5% para el conjunto de los países del euro. Para el banco, "la política monetaria -del BCE- no es suficiente" para reactivar el débil crecimiento de la eurozona y apuesta por "más reformas estructurales" en Francia e Italia, aí como un plan europeo de infraestructuras.
Respecto a Grecia, Credit Suisse estima que no se producirá su salida del euro -bautizada como "Grexit"-, pero sí "será necesaria una nueva restructuración de la deuda" y descarta los riesgos de contagio para países periféricos como Italia y España.
Credit Suisse advierte de que la economía mundial camina hacia una nueva "normalidad", caracterizada por un menor crecimiento global y una inflación a la baja, lo que arroja como resultado tipos de interés limitados, con menores retornos esperados de los activos, pero, eso sí, con mayor volatilidad a corto plazo. En esta línea, considera que el mayor crecimiento en Estados Unidos apenas compensa la continua ralentización en China, en un contexto, además, en el que el ritmo de mejora de Japón y la zona euro seguirá siendo lento. La entidad suiza estima que la Reserva Federal subirá los tipos de interés hasta el 0,25%, pero lo hará en dos tramos, explican fuentes financieras. El mercado descuenta que el primer alza será en junio, pero para los expertos de Credit Suisse, "la evolución de la inflación sera clave".
La gestora de Credit Suisse coincide con otras entidades en que 2015 será el año de Europa, con las mejores oportunidades en periféricos (España e Italia), en un entorno en el que los beneficios empresariales "empiezan a darse la vuelta y la fortaleza del dólar seguirá ayudando". En este sentido, prevé que el euro caerá hasta los 1,12 dólares y a 12 meses vista se relajará hasta los 1,05 dólares, es decir, prácticamente se equipararán.