La sicav como instrumento de inversión para ricos es una verdad a medias, porque tiene el mismo tratamiento fiscal que un fondo, donde puede invertir cualquier persona con un patrimonio moderado, y porque desde hace unos años se modificó el tratamiento tributario de las reducciones de capital de estas sociedades de inversión, mecanismo que solía ser empleado por sus accionistas para alargar en el tiempo el pago de impuestos cuando sacaban su dinero de este vehículo de inversión. Lo cierto es que se necesita un patrimonio mínimo para poder constituirla, de entre dos y tres millones de euros.
Muchos de los nuevos ricos que ha tenido en España en la última década recibían el 'consejo' de su entidad o banca privada para constituir una sicav y poder controlar así mejor su patrimonio y los activos donde invertir, para lo cual muchas veces recibían hasta financiación para su creación. La crisis destapó a muchos de estos millonarios sin liquidez que sufrieron por haber pensado que la sicav era su mejor inversión. Pero en la época de bonanza las comisiones que proporcionaban las sociedades de este tipo eran mayores que el temor de que los clientes necesitasen realmente o no estos vehículos de inversión.
Y ahora, pasado lo peor de la crisis, aparte de una 'amnistía fiscal' que ha permitido repatriar dinero del extranjero, las sicav vuelven a convertirse en uno de los instrumentos de moda otra vez. Hasta 28.000 millones de euros manejan solamente las entidades, tanto nacionales como extranjeras, en estas sociedades, según las estimaciones de Inverco con datos de 2013 refereridos a la comercialización en España.
La reordenación del sector financiero ha permitido a las firmas encontrar un nuevo segmento donde robar a la competencia clientes, en muchos casos descontentos con la gestión que les habían realizado hasta ahora. No en vano, estas sociedades, con el capital mínimo de 2,4 millones de euros, suponen para las entidades un verdadero filón de comisiones y otros gastos asociados a su mantenimiento.
La competencia se centra en un terreno medio, donde existen varias entidades con potencial comercial suficiente como para presentar batalla. Hay que tener en cuenta que únicamente nueve entidades manejan un patrimonio total superior a los mil millones de euros en sicav, con el Banco Santander con 4.382 millones como líder indiscutible y muy por encima de sus más directos rivales: BBVA, con 2.972 millones, y Banca March, con 2.199 millones de euros.
Donde se encuentra la batalla a alto nivel, porque controlan cifras similares de patrimonio global en sicav, es a continuación, con Bankinter (1.743 millones), UBS (1.571 millones), Sabadell (1.420 millones), Credit Suisse (1.219 millones), La Caixa (1.111 millones) y JP Morgan (1.002 millones).
Con cifras superiores a los 500 millones de patrimonio total gestionado con estas sociedades, existen 16 grupos, donde se encuentran nombres como Banco Madrid, Renta 4, Espirito Santo, Bestinver, Credit Agricole, EDM o Pictet.
La gestión de las sicav, aunque son vehículos personalizados, suelen atender a los mismos perfiles de rentabilidad y riesgo que se aplican a la gestión de carteras, por ejemplo, aunque con ciertos matices ya que, como su nombre indica ,se trata de sociedades, a las que pueden acceder incluso los particulares a través del MAB y beneficiarse de su revalorización. Y dependiendo del tamaño patrimonial de cada sociedad, la gestión se vuelve más compleja.
Con la guerra de las bancas privadas por atraer a clientes descontentos de sus entidades y que pescan en el río revuelto de la reorganización del sector financiero, las sicav vuelven a situarse en el escaparate, pero esta vez con la premisa de que los inversores recibirán ese tratamiento personalizado que en muchas ocasiones no tuvieron. Ventajas de la nueva época el asesoramiento financiero.