El primer trimestre de 2016 no ha sido uno de los mejores para la industria de inversión colectiva. La extrema volatilidad de los mercados financieros ha terminado pasando factura al patrimonio de los fondos, que han perdido 3.710 millones de euros entre enero y marzo. Los activos bajo gestión se han reducido de esta forma hasta los 218.540 millones de euros, según los datos de Imantia Capital, rompiendo una tendencia de crecimiento que venía ocurriendo desde hace varios años. No obstante, durante marzo ha vuelto la calma y los fondos han logrado captar 890 millones de euros netos, después de que durante los dos primeros meses del año se vieran fuertes salidas de dinero.
Si los fondos mixtos se habían convertido en los protagonistas indiscutibles del apetito de los inversores, ahora están siendo los fondos defensivos los que recobran su interés. Los tipos de interés oficiales prácticamente en cero habían provocado una asunción de mayor riesgo por parte de los ahorradores, que ya no lograban en los productos más conservadores, ni siquiera en los depósitos, las rentabilidades seguras que antes conseguían con facilidad. De hecho, gran parte de la captación de los fondos de los últimos años se debía a que se habían convertido en casi la única alternativa para obtener un rendimiento del patrimonio, aunque teniendo que asumir más riesgo del que estaban acostumbrados.
Pero entonces los movimientos crecientes de las bolsas acompañaban esta entrada de dinero en los fondos. Hasta que el verano pasado las dudas sobre China generaron el pánico en los mercados, al igual que ha pasado durante enero y febrero con el temor a una recesión de la economía global. Entonces, los inversores han vuelto a ser conscientes del peligro de invertir en renta variable, o en fondos mixtos, sin tener realmente identificado su perfl de riesgo. De ahí que los fondos mixtos hayan perdido casi 2.800 millones de euros en reembolsos netos durante el primer trimestre de 2016, mientras que los fondos puros de bolsa han visto salir 1.100 millones de euros en el mismo período, según los datos adelantados por Imantia.
Los fondos de renta fija a corto plazo, con 1.560 millones de euros netos, seguidos de los fondos monetarios, con 880 millones de euros netos, y los fondos de deuda a largo plazo, con 610 millones de euros, han sido los que han visto regresar a los ahorradores, con un dato curioso. Los fondos garantizados, que habian ido perdiendo fuelle tanto en la comercialización como en la captación de dinero, han vuelto a situarse en el radar de los partícipes, por encima incluso de los fondos con objetivo de rentabilidad, que funcionan de manera similar pero sin ofrecer la garantía de recuperar al menos el capital invertido.
¿Será esta la nueva tendencia de los fondos a partir de ahora? En un año en el que la volatilidad ha venido para quedarse no se puede descartar que numerosos ahorradores se replanteen su inversión en los fondos, aún a costa de no obtener un rendimiento mayor de su dinero a medio plazo.