Los grandes inversores institucionales como los fondos de pensiones, las compañías de seguros o incluso los fondos soberanos suelen tener una visión más a largo plazo que el resto. Esta visión con mayor perspectiva temporal les hace ser más optimista sobre la evolución de la rentabilidad de los activos, al mismo tiempo que no pueden permitirse un error de apreciación porque en su propia filosofía de inversión está implícita satisfacer a sus clientes finales, como ocurre con los fondos de pensiones, por ejemplo.
Quizá este es el motivo por el que los grandes inversores institucionales apuestan claramente por la renta variable para 2015, pero sin olvidar otra clase de estrategias como la gestión alternativa que puede complementar la rentabilidad que las estrategias más clásicas no pueden ofrecer.
Así lo pone de manifiesto una encuesta realizada por el Centro de Investigación de Carteras Durareras de la gestora Natixis Global AM, entre 642 altos cargos de grandes inversores institucionales de 27 países, que gestionan en conjunto un volumen de activos por valor de 31 billones de dólares.
Para el 49% de los participantes es esencial invertir en gestión alternativa para lograr el objetivo de superar la rentabilidad de los mercados. De hecho, para el 28% esta clase de activos será la más rentable durante el próximo año. Y es que más de la mitad de los inversores institucionales mundiales considera que existe demasiada correlación entre los activos tradicionales y buscan fuentes de rentabilidad alternativas para obtener alfa.
La encuesta destaca que para el 75% de esta clase de inversores precisamente esta búsqueda de alfa se presenta como una tarea difícil de lograr por la mayor eficiencia de los mercados, por lo que deben contar con la gestión alternativa a largo plazo. Para el 71% de los encuestados, este tipo de estrategias son necesarias para gestionar los pasivos y el riesgo de longevidad, mientras que el 81% estima que se han convertido en un instrumento útil para las carteras de los inversores institucionales.
Encontrar esta descorrelación con los mercados se ha convertido en una preocupación para este tipo de inversores, tanto que aseguran en una gran mayoría (73% de los encuestados) que van a incrementar sus posiciones en activos ilíquidos. De hecho, el 87% asegura que van a mantener o incrementar su exposición a activos inmobiliarios.
Más allá de esta nueva visión sobre la gestión alternativa que tienen los grandes inversores mundiales, la renta variable sigue acaparando la atención para 2015. El 46% de los participantes en el estudio de Natixis Global AM estima que la bolsa, con Estados Unidos a la cabeza, será el activo más sólido de las carteras, mientras que solamente un 13% apuesta por los bonos.
Estos datos reflejan la preocupación de los inversores institucionales a la hora de valorar la evolución de la economía global durante los próximos años. El 67% de los encuestados prevé dificultades como consecuencia de la subida de los tipos de interés de aquí a 2018.