El director de Estrategia de banca privada de UBS España, Roberto Ruiz Scholtes, se muestra contundente en sus recomendaciones de cara a 2016: seguir invertidos en renta variable y centrar la renta fija en bonos corporativos, incluidos los de alta calidad o high yield. Las caídas acumuladas por las bolsas en estas primeras semanas del año, las dudas sobre la economía china o el suelo que puede tocar el precio del crudo han puesto nerviosos a los inversores, pero aconseja “mantener la calma” y mirar a largo plazo. “Los temores a una recesión global o a un problema de solvencia de la banca son claramente exagerados”, asegura, pero “una vez que el petróleo vaya rebotando, los inversores se convencerán de que el ciclo económico y financiero continúa, que las entidades financieras son solventes y que hay valor en los activos corporativos”.
Las previsiones de la firma suiza se mantienen intactas respecto a los países más relevantes, excepto Estados Unidos. “La fortaleza del dólar y el ajuste de inventarios nos han llevado a rebajar el crecimiento del PIB para este año al 1,5%, si bien la demanda final doméstica seguirá creciendo por encima del 2%. Mantenemos la perspectiva de un rebote del petróleo hasta los 55 dólares en 12 meses, un aumento moderado de los beneficios empresariales del orden del 8% en la zona del euro y una recuperación de las bolsas cercana al 15% del precio más dividendos desde el punto actual”, subraya.
“Las empresas europeas cuentan con capacidad para incrementar sus márgenes, con mucho apalancamiento operativo y pueden transformar pequeños incrementos de las ventas en subidas notables de beneficios”.
Las preferencias de la firma suiza siguen siendo la renta variable de la zona euro, Japón y EEUU, por este orden. “Las empresas europeas cuentan con una combinación muy favorable. Por un lado, tienen una divisa competitiva, ayudada por las políticas monetarias expansivas del Banco Central Europeo (BCE), que además están trasladando ya la economía real sus efectos a través de los costes de financiación. Por otro lado, se está produciendo una normalización de las provisiones bancarias, que también permite que nominalmente los beneficios vayan aumentando”, argumenta Ruiz Scholtes. “Las empresas europeas cuentan con capacidad para incrementar sus márgenes, con mucho apalancamiento operativo y pueden transformar pequeños incrementos de las ventas en subidas notables de beneficios”.
Respecto a si el BCE adoptará más medidas en sus próximas reuniones, el responsable de Estrategia de UBS en España advierte de que lo preocupante será si la inflación regresa a terreno positivo. “Rendimientos negativos o nulos de los depósitos y de las letras de la deuda pública cuando la inflación era negativa no tenían un coste de oportunidad para los inversores, sobre todo para los conservadores. Pero si la inflación vuelve a ser positiva, reaparecerá la la inquietud de pérdida de poder adquisitivo. Y esta es la razón que les llevará a invertir en bonos corporativos”, explica Ruiz Scholtes. La recomendación de UBS para la cartera de renta fija es incrementar la parte destinada a crédito de alta rentabilidad o high yield y no tener duraciones largas en deuda pública.
Error conceptual con los bancos
Sobre el sector financiero, en la firma suiza cree que se parte de un error conceptual a la hora de valorar a los bancos. Con la caída de provisiones, una regulación más estrecha, un crecimiento anémico del crédito y las ampliaciones de capital ya hechas en la mayoría de los casos, “la clave no es que el beneficio de las entidades se dispare, sino que el coste de capital aplicado al valorarlos disminuya”, apunta Ruiz Scholtes. “La paradoja es que son negocios más estables y seguros que antes pero el mercado les sigue aplicando un coste de capital cerca del 10%. ¿Cuándo van a tener visibilidad suficiente para que el mercado les aplique un coste de capital más bajo y haya una expansión de múltiplos? Los inversores que buscan el incremento de beneficios como el motor principal de sus análisis están perdiendo el tiempo”, subraya.
"¿Cuándo van a tener los bancos visibilidad suficiente para que el mercado les aplique un coste de capital más bajo y haya una expansión de múltiplos? Los inversores que buscan el incremento de beneficios como el motor principal de sus análisis están perdiendo el tiempo”.
En Japón, al igual que en Europa, piensan que las empresas se encuentran con un entorno favorable. “Nos encontramos con una política monetaria expansiva brutal, que incluye la compra de activos de renta variable, y una divisa muy competitiva, con todos los elementos positivos para las compañías, como apalancamiento operativo, bajos tipos de interés, bajos precios de las materias primas, ausencia de presiones salariales. Pero hay un elemento adicional que nos gusta mucho, como es el código de conducta firmado por cientos de firmas, que significa un compromiso de objetivo explícito de rentabilidad, evaluar cada proyecto de inversión en función de si generan valor para los accionistas, la reducción de la maraña de participaciones cruzadas, incluir consejeros independientes...Y todo esto se está traduciendo en un aumento de los dividendos y de la recompra de acciones propias”, señala Ruiz Scholtes.
Donde sí creen en UBS que ha podido afectar la volatilidad de las últimas semanas es en la decisión que pueda adoptar la Reserva Federal respecto al ritmo de la subida de tipos de interés, iniciada levemente a finales del año pasado. “Es probable que no vuelva a subirlos hasta el verano, lo que puede aumentar las dudas sobre la salud de la economía mundial”, afirma el responsable de Estrategia de la entidad en España.
De China estiman que las autoridades “tienen el diagnóstico, las herramientas y la voluntad de reconducir una desaceleración paulatina y ordenada del crecimiento y realizar un cambio gradual de su modelo productivo”. “No va a haber recesión ni va a arrastrar al resto del mundo, pero los canales de transmisión vía materias primas baratas generan shock asimétricos en otros países, retrasando proyectos mineros o energéticos”, concluye Ruiz Scholtes.