Esta semana está previsto que el Gobierno ofrezca pistas sobre la reforma fiscal, de la que ya se han filtrado algunas cuestiones, como la rebaja en el impuesto de sociedades o la anulación de algunas deducciones. En lo tocante al ahorro, tanto gestoras de fondos como bancas privadas como despachos de abogados señalan que es el momento adecuado para eliminar el número mínimo de 100 inversores para constituir una sicav o un fondo de inversión.
Pocos o más bien ninguno son los detalles de la reforma que están trascendiendo. Desde el Ejecutivo hay un mutismo casi total e incluso altas dosis de incertidumbre, empezando por el día en que se conocerá la naturaleza de esta reforma. Sin embargo, el mismísimo secretario de estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, dijo recientemente que el apoyo al ahorro a largo plazo será un aspecto importante de esta reforma, desde el concepto de neutralidad fiscal.
En aras de la neutralidad
Para ello, en la industria de gestión reclaman la supresión de una medida como la necesidad de que los fondos y sicavs tengan 100 inversores como mínimo, en aras de dicha neutralidad, ya que España es el único mercado europeo que cuenta con ese requisito. “Es un momento muy apropiado”, decían en uno de los despachos legales más relevantes en el área de la inversión colectiva.
Ahora mismo, el sector de las sicav está en máximos históricos: ronda los 30.000 millones de euros y las 3.100 sociedades. Y subiendo. Cada semana se están constituyendo entre 5 y 10 nuevas sociedades (que precisan 2,4 millones de euros de capital mínimo).
¿De dónde viene este dinero? Los expertos sitúan este caudal en dos vías. Por un lado, los altos patrimonios están colocando su patrimonio en un vehículo capaz de ofrecer mejores retornos, ahora que los depósitos o la renta fija ofrecen cada vez menos.
Por otro, el fenómeno de la repatriación es incesante. Aquellos millonarios que tenían su capital fuera de España se han topado con que las comisiones en Suiza son más altas, así como la fiscalidad.
Además, las filiales españolas de los grandes grupos suizos se afanan en traer este dinero de vuelta, entre otras cosas para que les compute en sus balances. No en vano, hasta hace poco tiempo, se comentaba en mercado que las entidades suizas “por cada euro reconocido en España tienen al menor otro fuera”. Ahora, son los propios suizos quienes no quieren clientes con posiciones off shore e intentan recolocarlas en origen.
La duda reside en si la cifra de 100 inversores mínimos (que en las sicav han dado lugar al célebre término de ‘mariachis’), hay que rebajarla hasta otra cifra concreta o, directamente, eliminarla.
Habrá que ver si el Gobierno echa una mano a la inversión colectiva. El ministro Cristóbal Montoro ha sido un histórico defensor de las sicav. Entre otras cosas, porque estos instrumentos permitieron a los protagonistas de las salidas a Bolsa o de grandes operaciones corporativas (inditex, Fadesa, Prisa, Ferrovial, FCC, Vía Digital...) colocar en ellas ingentes cantidades de dinero sin que saliera de España un céntimo. Y de paso, financiar la deuda pública.