Los esquemas de protección de activos (EPA) le están saliendo caros al contribuyente. Las pérdidas esperadas en estos acuerdos (pensados para compensar a los bancos que adquirían entidades rescatadas) se ha disparado un 31,7% durante los últimos dos años y ya superan los 10.390 millones de euros (10.948 millones en términos nominales), según el último cuadro de ayudas públicas al sector financiero, publicado este martes por el Banco de España.
Los EPA consistían en milmillonarias garantías públicas (a través del FROB o del FGD) con las que los bancos privados conseguían blindarse ante hipotéticas pérdidas sufridas en determinadas carteras crediticias o de activos. Así, a medida que estas carteras han ido sufriendo pérdidas éstas han sido cubiertas en su mayoría por el Estado como parte del acuerdo de adquisición de una entidad nacionalizada por parte de los bancos privados. Tal y como señala el BdE en su nota, de los 10.390 millones de pérdida esperada "corresponden al FROB 91 millones".
El Fondo de Garantía de Depósitos ha realizado un primer pago por importe de 826 millones de euros para cubrir pérdidas de la CAM
"Hasta la fecha se han desembolsado fondos en los casos de Caja Castilla-La Mancha (CCM) y Cajasur, en los que se anticiparon importes a expensas de la liquidación final de la garantía, y en el EPA concedido a Banco CAM [adquirido por Banco Sabadell] en el que, en febrero de 2016, el Fondo de Garantía de Depósitos ha realizado un primer pago por importe de 826 millones de euros", tal y como señala el Banco de España en su nota.
Junto con los EPA, el Estado aportó otras garantías a los bancos privados con el objetivo de "limitar la responsabilidad del nuevo adquiriente sobre determinadas contingencias previamente identificadas", de forma que si surgen pérdidas éstas correrán a cargo del FROB o del FGD. El valor de estas ayudas, según el BdE, ascendía a 1.922 millones, de los que ya se han desembolsado 1.182 millones, en su mayoría por parte del FROB.
Apenas se recuperan 782 millones en ayudas desde 2014
Los datos difundidos este martes por el Banco de España muestran que las pérdidas que emergen son mayores que las ayudas que se recuperan. Así, sobre un total de 61.495 millones de euros de capital inyectado en el sector financiero español, a día de hoy apenas se han devuelto (a través de ventas y amortizaciones) a las arcas públicas 2.686 millones de euros. Son solo 782 millones más que los recuperados en 2014, merced a los ingresos conseeguidos por la venta de CatalunyaCaixa a BBVA.
A estas cifras habría que añadir otros 1.304 millones de euros obtenidos por parte del FROB por la venta de un 7% de Bankia, "así como la previsible amortización antes de 2018 de las obligaciones convertibles en Caja 3 y CEISS por un importe de 991 millones de euros", advierten desde el organismo público, que también anticipa unos ingresos dados como seguros por las desinversiones en Bankia y BMN.