Las cuatro grandes auditoras encargadas de analizar la cartera crediticia española concluyen hoy su examen. Pero haber detectado los agujeros no significa tener dinero para taparlos. Los primeros 30.000 millones del rescate bancario que –según anunció Luis de Guindos—estarían “disponibles a finales de julio” se han atascado entre las burocracias europea y española y pueden retrasarse todavía más.
Según han revelado a Vozpópuli fuentes del Banco de España, el FROB todavía debe elaborar un informe con las necesidades de capital y el destino de los fondos antes de recibir los primeros 30.000 millones. Los informes que hoy presentarán PriceWaterhouseCoopers, KPMG, Deloitte y Ernst and Young resultan ser imprescindibles para que el FROB elabore esa petición puesto que el organismo el actúa como representante del Estado español a la hora de recibir el capital del rescate. Junto a esos informes se deberán presentar también los elaborados por Oliver Wyman y Roland Berger.
La ayuda se acordó el 9 de junio, el dinero se anunció el 10 de julio y todavía podría retrasarse más allá de agosto
En plazos, eso significa que los primeros 30.000 millones del rescate podrían llegar al Tesoro Público dentro de “varias semanas”, aunque las fuentes consultadas reconocen que no pueden garantizar un calendario con contundencia. El ministro de Economía solicitó el rescate de la banca el pasado 9 de junio y aseguró un mes después, tras la reunión del Ecofín del 10 de julio, que recibiría el dinero a finales de julio. El retraso definitivo podría superar los dos meses y el dinero podría llegar, por tanto, en agosto o incluso más tarde.
La ceremonia de hoy servirá para agilizar los plazos
La evaluación de la cartera crediticia de la banca española que hoy cierran las cuatro grandes es el último paso para poder remitir la solicitud formal de rescate.
El Banco de España pretende oficiar hoy como mero anfitrión en una serie de presentaciones que correrán a cargo de las conocidas como “big four” (PriceWaterhouseCoopers, KPMG, Deloitte y Ernst and Young ) en una sesión que – según fuentes del banco central—estará abierta preguntas y respuestas por parte de los representantes del FMI y el BCE presentes. A la presentación están citados también el Secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, y representantes del Tesoro Público aunque sólo en calidad de “invitados”.
Una vez que empiecen a llegar los primeros fondos, la entrega de futuros plazos se prolongará a lo largo de 18 meses, según reveló el Tesoro. El interés que pagará el Gobierno por los hasta 100.000 millones de préstamo de la Unión Europea quedará por debajo del 3% (un tipo de emisión de entre el 2,5 y el 2,75% al que habrá que sumar un fee de colocación).
El plazo de devolución será de 15 años, aunque el Ejecutivo espera que tenga una vida media de 12,5 y el préstamo tendrá un periodo de carencia de hasta 10 años, lo que significa que el Gobierno tiene la capacidad de retrasar el repago de esa deuda hasta el año 2022 aunque la intención inicial es la de no agotar todo ese margen.