El Banco de España quiere tener adjudicado el Banco de Valencia antes de finales de mayo. Ese es el objetivo que se marcó el supervisor en enero, como adelantó Vozpópuli, y el calendario no ha variado a pesar de la demora de un mes que lleva el reparto del cuaderno de venta de la entidad. Un retraso que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) quiere cerrar en el plazo máximo de una semana. De hecho, tanto el FROB como Nomura, el banco de inversión que ha preparado el documento que se repartirá a los posibles compradores, pretenden repartirlo antes de este viernes.
A partir de la recepción por parte de las entidades interesadas en acudir a la puja será cuando se inicie el proceso de ofertas no vinculantes, al que las entidades que concurran conocerán el verdadero estado financiero del Banco de Valencia. En pleno de este proceso, la Junta General de Accionistas deberá refrendar, durante el mes de abril (aún no hay fecha determinada), la ampliación de capital de 1.000 millones prometida por el FROB en la intervención y que será desembolsada entonces.
Este retraso ha provocado el descontento en alguna de las entidades que tienen previsto pujar por el banco valenciano. “Ahora ya no queda apenas margen para hacer una ‘due dilligence’ exhaustiva antes del 31 de marzo (fecha tope para presentar el plan de saneamiento inmobiliario) y saber qué tipo de oferta y qué opciones tendremos en el proceso final de la subasta”, se quedan desde un par de entidades.
De hecho, esta situación ha motivado que el interés mostrado por determinadas entidades hace un mes, fecha en la que tendría que haber comenzado el estudio del cuaderno de venta, haya disminuido. “No es lo mismo llegar a la fecha del 31 de marzo con la subasta bastante adelantada, incluso con el proceso de ofertas no vinculantes ya cerrado (opción que pretendía el Banco de España), que ahora recién iniciado. La estrategia de las entidades ha variado de forma sensible”, admiten desde un banco de inversión.
Lo que el sector descuenta es que será una subasta bastante concurrida. Al interés mostrado por BMN, como en su día informó este medio, se une otras entidades como Unicaja, Popular, Santander, Ibercaja, Kutxabank o Liberbank, que estudian en los últimos días si acuden finalmente a la adjudicación. “Incluso podrían sumarse más entidades finalmente puesto que la adjudicación irá aparejada de un Esquema de Protección de Activos (EPA) que es la solución que buscan ahora la mayoría de las entidades para poder hacer su saneamiento”, aseguran en un banco de cajas.
Banco de Valencia representa una entidad relativamente pequeña en relación al total de activos bancarios españoles. No obstante en las regiones de Valencia y Murcia, donde tiene su mayor ámbito de actuación, su cuota de mercado representa aproximadamente un 7% y 4% en depósitos y créditos.
Antes de la intervención, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia y mayor accionista del Valencia, había encargado el proceso de venta a Lazard, acuerdo que se rompió una vez que la entidad fue intervenida.