La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) alerta de una "fuerte desaceleración tras el verano" y no descarta la recesión con un cuarto trimestre de este año de crecimiento cero. Mantiene para este año su previsión de crecimiento del 4,2%, con un crecimiento plano al final de año, pero rebaja de forma "muy significativa" su proyección para 2023 del 3,3% al 2%.
Asimismo, eleva su previsión de inflación al 8,8% este año y al 5% el que viene. Estas previsiones están sujetas a que la inflación no sea aún más elevada y, en este sentido, no descarta la recesión si el último trimestre es finalmente negativo. "Estaremos rozando la recesión", ha avisado Raymod Torres, director de Coyuntura de Funcas.
Sus últimas proyecciones, del 30 de marzo, rebajaron el crecimiento de este año del 5,6% al 4,2% y del 3,5% al 3,3% el del año que viene y subieron al 6,8% la inflación media anual.
El pasado 13 de julio, Funcas ya elevó sus previsiones de inflación. En el escenario central, la tasa de inflación se mantendrá por encima del 10% en julio y agosto. En los meses posteriores bajará hasta situarse en torno al 8% en diciembre y no bajará del 7% hasta marzo del año que viene.
El primer plan de choque del Gobierno contra la guerra reduciría la inflación, próxima ya al 10%, en un punto porcentual, calculaba la Fundación el 30 de marzo. Torres no ha cuantificado las últimas medidas anunciadas la semana pasada en el Debate sobre el Estado de la Nación, que ve "limitadas", pero sí que aprecia cierto efecto en los dos primeros paquetes, pero limitado en el tiempo.
En este sentido, Carlos Ocaña, director general de Funcas, ve "dudoso" que los nuevos impuestos anunciados la semana pasada "vayan a estar ahí", es decir, vayan a entrar en vigor, y ha aludido al recorte de los beneficios caídos del cielo de las eléctricas, que finalmente no lo ha hecho. "Estas medidas de Robin Hood tienen el inconveniente de que recaudan menos que los gastos que imponen a los agentes económicos; hay que ser muy cuidadosos", ha alertado.
Ocaña y Torres han abogado por un "pacto de rentas explícito o implícito" que permita un "reparto equilibrado de costes", en el que Ocaña ha subrayado que deben estar las pensiones, "un componente grande del gasto público".
El Panel de Funcas, que agrupa las estimaciones de una veintena de organismos económicos, publicó sus últimas previsiones en mayo, cuando las incertidumbres y riesgos vinculadas a la guerra ya se habían intensificado. Entonces, estimaron un crecimiento del 4,3% este año y una moderación de la inflación hasta acabar con una tasa interanual en diciembre del 4,3%. El conjunto de analistas están revisando sus previsiones en estos días y se juntarán en una media aritmética que Funcas publicará el próximo 20 de julio.
Oleada de revisiones a la baja
La Comisión Europea ha mantenido el crecimiento previsto para 2022 del 4%, pero ha recortado 1,3 puntos el de 2023, hasta el 2,1%, retrasando aún más la recuperación económica. Asimismo, ha revisado al alza la inflación prevista en España para este año, que en mayo situó en el 6,3% y ahora en el 8,1%, según consta en el pronóstico económico de verano publicado el pasado jueves.
Asimismo, Bruselas alarga la crisis de precios al elevar del 1,8% al 3,4% la subida media prevista para 2023, confirmando que España no cumplirá el próximo año el objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
El pasado jueves también se ha publicado la rebaja de previsiones de BBVA Research, que ha hundido 1,5 puntos el crecimiento del PIB en 2023 y no descarta ya la recesión. La entidad financiera espera dos trimestres negativos seguidos, con una caída de tres décimas en el cuarto trimestre de 2022 y dos décimas en el primero del próximo año.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado el viernes su previsión de crecimiento del PIB al 4,2%, una décima por debajo de lo que estimó en abril (4,3%) y eleva 1,3 puntos la inflación esperada hasta el 7,8% (frente al 6,5% estimado en mayo, hace sólo dos meses).
xaxonem
El sentido común, que es el menor de los sentidos, ya hacía presagiar hace meses, que las cosas iban a peor, no a mejor, como nos hacía creer el presidente cada vez que nos contaba la milonga de 'salir más fuertes'. Los crédulos, si se fían de lo que diga el gobierno, van a tener un desencanto que solo una ideología sectarista va a poder mitigar, al menos hasta que le den la vuelta al fondo de sus bolsillos y comprueben que están vacíos.
ma
Pues entre el 7.8 y el 8.8 hay nada menos que un 10% de diferencia; alguien está metiendo la pata en sus predicciones...o más de uno