El Gobierno ha endurecido estas navidades el nuevo régimen laboral para los funcionarios. El resultado será una nueva ola de protestas a partir de la semana que viene, según han confirmado fuentes sindicales de la función pública que aseguran que las tres grandes formaciones (UGT, CC.OO. y CSI-F) mantienen contactos para coordinar su respuesta.
El nuevo reglamento publicado en el B.O.E. el 29 de diciembre ha sido calificado como un "ensañamiento sobre los funcionarios públicos” por parte de CC.OO. y como "otra vuelta de tuerca sobre los derechos de los Empleados públicos", por parte del CSI-F. Los agentes sociales denuncian que el Gobierno les remitió las nuevas medidas la noche de Navidad y no les dio tiempo a estudiar un régimen que endurece las condiciones de trabajo en tres áreas concretas:
- La jornada de trabajo anual pasa de 1.647 a 1.664 horas anuales (un incremento del 10% en su jornada laboral). Quienes no cumplan esa jornada en su totalidad verán descontado su sueldo. Los sindicatos interpretan que quien esté enfermo y no alcance ese cómputo será penalizado con un descuento salarial.
- Los subsecretarios de los ministerios o las autoridades competentes en personal asumen competencias sobre la apertura y cierre de los centros de trabajo, sin que sea obligatoria la negociación con los sindicatos. Eso –denuncian los agentes sociales—“permitirá empeorar las condiciones del horario flexible únicamente con reducir la banda de apertura y cierre de los centros”.
- Las vacaciones serán obligatoriamente en verano. El Ejecutivo introduce la obligación de que al menos la mitad de los 22 días hábiles han de disfrutarse en el periodo comprendido entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Las pausas para almuerzos quedan fijadas así: 30 minutos para el desayuno, una hora para la comida.
Contactos en marcha
Los sindicatos con representación entre los funcionarios coordinaron su rechazo en la Mesa General de Negociación de la Administración General del Estado y han mantenido, desde entonces, contactos para concretar ese rechazo pese a las fechas festivas. Según fuentes sindicales, ese rechazo se traducirá en movilizaciones a partir de la semana que viene.
La reacción ha sido más contundente por parte de los sindicatos tradicionales, mientras que CSI-F “entiende que esta orden hay que interpretarla , por lo que seguiremos manifestando nuestra oposición más firme contra medidas como esta que supongan nuevos recortes”, afirmó en una nota pública.
