El Fondo de Reserva tiene los días contados. Lo más probable es que se agote el año que viene, después de que la Seguridad Social se anote el peor déficit de su historia en 2016 y siga con un desfase de más de 15.000 millones en 2017. Actualmente, quedan unos 24.000 millones, pero no durarán mucho. El Gobierno tendrá que sacar unos 10.000 millones en diciembre para la paga extra de Navidad y otros 10.000 millones el año que viene para la extra de verano. Pero no tendrá recursos para hacer lo mismo en diciembre de 2017. ¿Qué proponen los expertos? Subir dos puntos las cotizaciones sociales. Una medida que aportaría 7.000 millones y podría suplir el agotamiento del Fondo.
Ésta es una de las sugerencias que ha hecho el catedrático de economía aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid Santos Ruesga, durante su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo. No es la primera vez que Ruesga da su opinión en esta Comisión. Ya lo hizo antes de que se aprobaran las dos últimas reformas del sistema, con las que ha sido especialmente crítico. Los cambios, a su parecer, no han resuelto los problemas del sistema, pero sí han condenado a los pensionistas a un recorte de las prestaciones del 40% de aquí al año 2050.
Si se quiere evitar esta caída, habrá que tomar diversas medidas para aumentar el gasto en pensiones en unos 40.000 millones. Algo que parece bastante difícil en estos momentos y poco probable. Además, Ruesga sostiene que los ingresos por cotizaciones de las bases actuales no van a crecer mucho más de lo que ya están creciendo por culpa de la reforma laboral, así que la única solución posible es aumentar los ingresos de las bases actuales, tanto por la vía contributiva como por la tributaria.
En concreto, en el corto plazo, Ruesga propone elevar hasta dos puntos las cotizaciones sociales para recaudar unos 7.000 millones de euros en 2017 y tapar así el agujero que va a dejar el agotamiento del Fondo de Reserva. Habría que pensar bien cómo se reparte la subida entre empresas y trabajadores, aunque el catedrático cree que hay margen en los dos sentidos. A su parecer, una medida de este tipo tiene mucho más sentido que 'destopar' las bases máximas de cotización, que es lo que baraja el Gobierno.
Subir dos puntos las cotizaciones como medida urgente para garantizar las pensiones el año que viene
Actualmente, la base máxima de cotización está limitada por arriba y por bajo. Es decir, hay un máximo y un mínimo de contribución. El Gobierno está pensando en eliminar ese máximo para que las rentas más altas contribuyan más al sistema. Pero, para Ruesga, una medida así es menos eficaz porque afectaría solo a dos o tres niveles de cotizantes, en lugar de repartir el peso entre todos y generaría, por tanto, menos recaudación. Además, generaría más rechazo en la sociedad y, a medio plazo, habría que eliminar también el tope que tienen actualmente las prestaciones, limitadas a un máximo de cerca de 2.500 euros.
Tampoco comparte la idea que deslizó el otro día la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, de financiar las tarifas planas y otras reducciones de cotizaciones a través de los Presupuestos. Tal y como explica Ruesga, si no se modifica la norma, se trata de un simple trasvase del problema de un ministerio a otro. A su juicio, sería más interesante plantearse la idoneidad de estas medidas, puesto que hay evidencias empíricas sobre su escaso impacto en el empleo. Con su eliminación, los ingresos de la Seguridad Social mejorarían en 1.500 o 2.000 millones.
Cambios en el sistema fiscal
Sí comparte, en cambio, la opción de sanear el sistema fiscal eliminando beneficios fiscales excesivos en el Impuesto de Sociedades para mejorarlo de forma global y dedicar parte de los recursos que genera a financiar la Seguridad Social, aunque sea de forma temporal. A más largo plazo, también sería interesante plantear la creación de nuevas figuras para ayudar a la Seguridad Social, como un impuesto a las grasas que afectan negativamente a la salud de las personas, igual que se grava el consumo de alcohol o de tabaco.
También a más largo plazo, se podría reactivar el Impuesto de Patrimonio de forma fuerte y no como está vivo ahora y mejorar los recursos procedentes del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Además, en estas figuras se podrían incorporar componentes de progresividad de forma que la contribución a la financiación de la Seguridad Social también fuera progresiva. Se puede crear, además, un complemento específico en el IRPF para financiar las pensiones, igualmente progresivo.
Para Ruesga no se trata de hacer una modificación sustancial del sistema de pensiones, sino repensar la forma en la que está financiado. De hecho, ni siquiera sacaría las pensiones de viudedad y orfandad del mismo, una medida que reduciría en 28.000 millones el gasto actual, pero de forma ficticia porque el dinero tendría que salir de otro lado. En definitiva, que el catedrático sigue apostando por un sistema de reparto como el actual que reduzca gastos ineficientes y mejore considerablemente los ingresos avanzando en la separación de fuentes para garantizar a los pensionistas unas prestaciones dignas.
El catedrático Ignacio Zubiri apuesta por subir cotizaciones, destopar la base máxima y hacer una reforma fiscal para aumentar los ingresos
También ha comparecido en la Comisión el catedrático universitario y experto en pensiones Ignacio Zubiri, que comparte la idea de Ruesga de que sacar las pensiones de viudedad y orfandad del sistema no soluciona los problemas y apuesta por tomar una serie de medidas que mejoren los ingresos propios y por poner en marcha, al mismo tiempo, una reforma fiscal profunda para avanzar en la financiación mixta.
Por la vía del ingreso, se inclina por un aumento de las cotizaciones como Ruesga, aunque Zubiri va un poco más allá y sostiene que hay margen para elevar las del trabajador hasta tres puntos. Y sí es partidario de destopar las bases de cotización, como ha dejado caer el Gobierno. En paralelo, reclama una reforma fiscal que permita aumentar los ingresos en 57.000 millones.
Las pensiones están bajando ya
También coincide con Ruesga en la idea de crear un impuesto específico agregado a la renta para mejorar la financiación de la Seguridad Social, y reclame el impuesto a las transacciones financieras, un tributo que grave la riqueza y la eliminación de exenciones en el IVA. Igualmente, aprueba los cambios en Sociedades en los que está trabajando el Gobierno. "O ponemos impuestos al sistema o viviremos con un sistema de pensiones en el que se generalizará la pobreza", ha advertido.
De hecho, Zubiri ha llegado a decir que las pensiones ya han sufrido una devaluación del 4,8% de su capacidad real durante la crisis y perderán un 1,5% adicional en 2017 por la evolución de la inflación, que crecerá cerca de un 1,7%. Esto significará que la devaluación sufrida entre 2011 y 2017 llegará al 6,3%. "Y esto es solo el principio de la historia", ha avisado.