La comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso encabeza el aumento del gasto sanitario en la pandemia mientras que la que preside Iñigo Urkullu se encuentra en el último lugar. Según los datos de la Clasificación Funcional del Gasto de las Administraciones Públicas (COFOG 2020) que acaba de publicar la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), Madrid incrementó un 24,6% su presupuesto en salud pública en el primer año de la covid (2.260 millones más que el año precedente hasta un total de 11.443 millones) mientras que en el País Vasco sólo llegó al 4,8% (200 millones más hasta 4.318 millones en total).
Las regiones, apoyadas por las aportaciones del Estado para atender las competencias transferencias, han tenido que incrementar sus presupuestos, aunque no todas han acometido este nuevo gasto en la misma proporción y por supuesto no han aprovechado la ocasión para dar un tijeretazo a otras partidas no tan necesarias o superfluas para dar prioridad a este incremento de gasto que, como el virus, ha venido para quedarse. El Gobierno ha anunciado que va a incrementar este gasto en la nueva financiación autonómica aunque aún no ha dicho si va a pedir un ajuste en otras partidas menos o nada demandadas por la ciudadanía.
Detrás de la comunidad madrileña aparecen: Cataluña, con un alza del gasto sanitario del 18,6% (2.121 millones más) hasta los 13.538 millones totales; Andalucía, con un 12,9% más (1.372 millones) hasta los 12.026 millones; Castilla La Mancha, con un 12% más (376 millones añadidos) hasta los 3.509 millones; Asturias, con un 11,6% más (200 millones) hasta un total de 1.922 millones; Canarias, con un 11,1% más (366 millones) hasta los 3.671 millones finales; Navarra, también con un 11,1% más (125 millones) hasta los 1.250 millones; Baleares, con un 10,7% más (190 millones) hasta los 1.959 millones; Murcia, con un 9,7% más (234 millones) hasta los 2.655 millones; Comunidad Valenciana, con un 8,1% más (618 millones) hasta los 8.239 millones totales; Galicia, con un 7,6% más (325 millones) hasta los 4.624 millones; Cantabria, con un 7,1% más (70 millones) hasta los 1.062 millones definitivos; La Rioja, con también un 7,1% más (35 millones) hasta los 525 millones; y Aragón, con un 7% más (252 millones) hasta los 2.321 millones. Y en los lugares de cola, es decir, las regiones con menor esfuerzo de gasto sanitario, figuran, junto al País Vasco, Extremadura, con un aumento de su presupuesto del 6,7% (121 millones) hasta un gasto total de 1.913 millones mientras que Castilla La Mancha ha aumentado un 5,3% esta partida (223 millones) hasta los 4.401 millones en salud pública.
Detrás de la comunidad madrileña aparecen Cataluña, con un alza del gasto sanitario del 18,6%, Andalucía, con un 12,9% más y Castilla La Mancha, con un 12% más
¿A qué han dedicado las autonomías este aumento del gasto en la pandemia? Según los datos de la IGAE, también en términos relativos, las 17 comunidades han aumentado su presupuesto en salud en unos 9.000 millones (un 12,7% más) respecto al año anterior hasta los casi 80.000 millones totales. De los cuales, un tercio (2.700 millones) se ha empleado en atender las remuneraciones de las nuevas contrataciones; casi otro 40% (unos 3.400 millones) se ha destinado a consumos intermedios (entre ellos a la adquisición de equipos individuales de protección o EPIS, test, geles y demás material sanitario de atención hospitalaria, así como a la compra de vacunas y otros insumos); otro 25% (unos 2.100 millones) han ido a inversiones (adquisición de equipos específicos y, por ejemplo, respiradores); y el resto, unos 900 millones, se han gestionado bajo el epígrafe “transferencias sociales en especie: producción adquirida en el mercado”, que no es otra cosa que, por ejemplo, las mascarillas y los medicamentos dispensados por las farmacias.
En total, las regiones han aumentado su inversión sanitaria un 86,7% hasta casi 4.500 millones en total; el gasto en consumos intermedios ha crecido un 17,8% hasta 21.311 millones totales; el de personal ha crecido un 8,1% hasta 35.335 millones; y un 5,6% han aumentado las transferencias sociales en especie hasta los casi 18.000 millones finales. Por tanto, las partidas más importantes son las remuneraciones del personal (44,5% del gasto total en salud) y los consumos intermedios (27%) y las transferencias sociales en especie (23%).
Cada comunidad ha aplicado su propio criterio a la hora de aplicar este incremento del gasto. Ante el caos inicial, muchas comunidades han tenido que gestionar individualmente la adquisición de equipos y material sanitario con nuevos proveedores, sobre todo chinos, de la mano de intermediarios en muchos casos poco conocidos y estables. Por ejemplo, Cataluña ha aumentado su gasto en personal sanitario un 14,7% mientras que en Canarias sube un 11%; un 10,4% en la Comunidad Valenciana; un 10,2% en Navarra; un 8,9% en Murcia; un 8,6% en Baleares; y, por ejemplo, un 8% en Madrid. Mientras, en el País Vasco sólo crece un exiguo 0,3% y en Extremadura un 2,9%.
Muchas comunidades han tenido que comprar por su cuenta equipos y material sanitario con nuevos proveedores poco conocidos, sobre todo chinos
En consumos intermedios, la Comunidad Valenciana (otra de las regiones que fue directamente a China a comprar material) es la que más ha disparado su gasto, nada menos que un 1.500% (más de 2.100 millones). Por su parte, Galicia los ha aumentado un 185% (unos 860 millones más); Cataluña un 179% más (más 2.000 millones) mientras que Baleares, Castilla La Mancha y Baleares los han subido más del 20%. En el otro extremo, llama la atención que Extremadura haya reducido un 80% estos consumos respecto al año anterior (1.977 millones menos) y que Cantabria los haya bajado un 57% (434 millones menos) y Navarra también un 46% menos (cerca de 300 millones menos).
En cuanto a las transferencias sociales en especie, Cataluña las ha incrementado un 12,5% (500 millones más), un 8,2% Castilla La Mancha y un 5,2% Madrid. Esta partida ha decrecido respecto al año anterior un 2,1% en La Rioja y ha permanecido igual en Baleares, la Comunidad Valenciana y en Cantabria. También en términos relativos, la partida estrella del gasto sanitario autonómico en este primer año de pandemia ha sido la inversión, aunque no aporta un significado especial porque apenas tenía interés en el año precedente ni habitualmente.
En todo caso, Andalucía ha incrementado su formación bruta de capital un 84% respecto al año anterior (243 millones más) mientras que Madrid lo ha subido un 69% (230 millones más), Cataluña un 63% (370 millones), y, por ejemplo, Murcia lo ha elevado un 595 (41 millones). Curiosamente, La Rioja ha reducido un 28% su inversión sanitaria y Cantabria un 6%.
Es evidente que la pandemia ha servido para que las autonomías dediquen un mayor presupuesto a la salud pública respecto a su gasto total. Es la demanda electoral que viene con más fuerza. Ya era la partida más importante de los presupuestos, aunque en materia de personal es el segmento de las Administraciones Públicas con más volatilidad en el empleo y en materia salarial. Su efecto en el gasto es ahora imparable.
Así, en el primer año del virus las comunidades han empleado un 38,4% de su presupuesto a la salud, dos puntos más que hace un año
Así, en el primer año del virus las comunidades han empleado un 38,4% de su presupuesto a la salud, dos puntos más que hace un año. La Rioja es la comunidad que más se gasta en sanidad en términos relativos respecto al gasto total (46,1%) y en la que más ha aumentado respecto a 2019 (el porcentaje era del 35,2%).
Es la consecuencia de que esta región es la única de las 17 que ha reducido su presupuesto total para hacer frente a los mayores gastos sanitarios de la pandemia. Es decir, esta región ha dado un tijeretazo al gasto total para dar prioridad a relacionado con la salud pública. Por su parte, Castilla La Mancha emplea el 44,6% (casi tres puntos más que hace un año); Murcia dedica el 44,2% (dos puntos más que en 2019); Asturias, el 43% (tres puntos más); Castilla y León un 42,8% (sólo una décima más que el año pasado); y, por ejemplo, Galicia, el 40,8% (medio punto más que en el ejercicio anterior).
Las regiones que menos gasto público dedican a sanidad son Navarra (27,8%), Baleares (32,5%) y Cataluña (35,6%). Madrid se ha situado en el 37% del gasto total, con un incremento de cuatro puntos respecto al año anterior a la pandemia. Es decir, la comunidad madrileña, junto a La Rioja, es la que más ha incrementado ahora porcentualmente este gasto respecto al presupuesto total de la región.
¿Cuánto cuesta ahora la salud pública de todos los españoles? Según las cifras de la IGAE, el gasto total, incluyendo a las autonomías y al resto de Administraciones, ha sido en el último año de 85.383 millones (sólo el 7,6% del PIB) frente a los 75.929 millones del ejercicio anterior pre pandemia. La Administración Central ha incrementado su gasto en salud de 25%, hasta los 3.600 millones, mientras que curiosamente los ayuntamientos lo han reducido un 17% hasta 770 millones.