Dos ex CaixaBank -Elena Rico y Nicolas Touboulic- han decidido dar un paso al frente y montar su propia gestora de capital riesgo en la que planean invertir 20 millones de euros en los próximos años en una veintena de empresas tecnológicas con "alto potencial de crecimiento", cuyo foco esté centrado en resolver retos que mejoren la vida de las personas y del planeta.
People & Planet Partners está domiciliado en Barcelona y su primer fondo ha recibido esta semana el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según los registros oficiales del supervisor. El vehículo prevé invertir en empresas vinculadas a las problemáticas del agua, empresas que mejoran la calidad de vida de la gente mayor, empresas de agrotech o empresas de economía circular, entre otras.
Sus actividades se basan en tres principios fundamentales. Buscarán empresas que tengan un modelo respaldado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con rentabilidad financiera y que estén comprometidas con la mejora de la calidad de vida de la gente y del planeta, capaces de cuantificar su aportación a corto, medio y largo plazo.
La firma podrá financiar a las compañías con un 'tiquet' de inversión que oscilará entre 200.000 euros y hasta 2 millones de euros, a través de la toma de posiciones minoritarias en el capital de las empresas. Además de la financiación propia, la gestora ya cuenta con una red de inversores de impacto internacional, con la que comparte oportunidades de inversión y mejores prácticas, con el objetivo de ayudar a las compañías de la cartera a posicionarse internacionalmente y maximizar así su impacto a largo plazo.
Captación de fondos
Tras recibir la autorización de la CNMV para constituirse como gestora de inversión, la firma aceleró su proceso de captación de fondos. Durante los próximos meses, espera formalizar el primer cierre y ejecutar las primeras inversiones. Hasta la fecha, hay comprometidos 5,4 millones de euros y el objetivo es seguir captando a clientes institucionales y family offices.
Los promotores de la iniciativa creen que tecnologías como la inteligencia artificial, la impresión 3D, el procesado de la imagen o la bioinformática, tienen potencial para solventar las grandes problemáticas sociales o medioambientales y pueden generar un gran impacto, a la par que una elevada rentabilidad financiera.
