El Gobierno ha aprobado este martes un real decreto-ley por el que aprueba la contratación de entre 75.000 y 80.000 personas (entre parados, beneficiarios de subsidios agrarios, extranjeros cuyo permiso de trabajo concluya antes del 30 de junio e inmigrantes de entre 18 y 21 de años sin permiso de trabajo) para poder trabajar en el campo.
Para ser contratados por las empresas agrarias, los trabajadores deberán vivir en el mismo término municipal o en los términos municipales colindantes para evitar los traslados, ya que el movimiento está restringido para evitar el aumento de contagios de coronavirus.
"Esta medida afectará a trabajadores en paro, trabajadores que estén cobrando un subsidio agrario o renta agraria –que podrán compatibilizarla con el trabajo-, trabajadores residentes legalmente en España cuyo permiso de trabajo concluya antes del 30 de junio y extranjeros de 18 a 21 años a los que se les podrá dar el permiso de trabajo", ha explicado el ministro de Agricultura, Luis Planas, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros telemático.
Planas ha anunciado que la medida se ha tomado después de consensuarla con las Comunidades Autónomas y con todas las asociaciones agrarias, y ha destacado que se trata de una medida necesaria tanto para garantizar el abastecimiento en España como para mantener el ritmo de exportaciones.
Garantizar el abastecimiento y las exportaciones
"La cadena alimentaria está funcionando de forma correcta, el abastecimiento es regular tanto en calidad como en cantidad gracias al trabajo de agricultores, pescaderos, ganaderos, todas las empresas y cooperativas, y también los de la distribución. La situación es de práctica normalidad pero existen problemas derivados del real decreto del estado de alarma y la necesidad de restringir la movilidad para luchar contra la pandemia", ha apuntado, en alusión a la necesidad de contratar trabajadores para el campo.
Ha precisado que desde mediados de marzo a mediados de septiembre se llevan a cabo muchas tareas temporales en el campo, como las de aclareo y recogida o manipulado de fruta de hueso.
"Disponemos de una necesidad de mano de obra procedente de terceros países comunitarios y no comunitarios. Como esa posibilidad está restringida (igual que en Alemania o Francia), hemos tenido que dotar de mano de obra al campo, ya que si no se efectuara esa recogida de productos disminuiría el abastecimiento a los mercados y subirían los precios, lo que no es deseable", ha explicado.
Ha señalado que "un segundo aspecto importante es que 2/3 de la producción va a los mercados de la Unión Europea. La exportación de mercancías continua fluyendo con normalidad y debemos abastecer a esos mercados porque son una fuente de renta para el sector agrario y la sociedad española".
Planas ha afirmado que cada país de la Unión Europea está adoptando medidas de este tipo en función de sus necesidades y su estructura.