El Gobierno asegura que la compra de acciones de Indra mediante la cual se ha hecho con el control sobre la compañía tecnológica fue por el "interés de España". Lo ha hecho en respuesta a una pregunta escrita de Pablo Cambronero Piqueras, del Grupo Mixto, en el Congreso delos Diputados.
Cambronero interpeló al Ejecutivo acerca de la ampliación de capital en Indra por parte de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) en junio y el posterior escándalo en la junta de accionistas. Un movimiento de ficha acompañado también por Sapa Placencia y Amber. Estos hechos provocaron la renuncia de cuatro consejeros independientes, que vieron en esta estrategia una clara injerencia del Gobierno.
El Ejecutivo alude también en su respuesta al interés que tiene para el país el hecho de que tome posiciones y tenga un mayor poder de influencia en Indra.
"El Consejo de Ministros ha autorizado la adquisición, por compra, de acciones de INDRA hasta alcanzar un máximo del 28% de su capital social, lo que reforzará la participación del Estado como accionista de referencia en una compañía estratégica, dotará a la compañía de una mayor estabilidad accionarial y ofrecerá a la misma un apoyo eficaz para que pueda afrontar y culminar con éxito los retos de primera magnitud que lleva a cabo en áreas de vital importancia para los intereses esenciales del Estado, lo que ha de redundar tanto en el interés de la compañía, como en el interés de España", refleja la respuesta.
Indra, el Gobierno y Airbus
En la contestación, se subraya el hecho de no haber tomado ningún tipo de decisión política sobre la compañía. "Indra lleva a cabo un considerable volumen de actividades directamente relacionadas con intereses esenciales del Estado, tanto en el ámbito civil como en el de seguridad y defensa. Lo único que ha hecho este Gobierno políticamente con este grupo empresarial es designarlo como socio estratégico para el proyecto del avión de combate conjuntamente con Airbus, para el proyecto de FCAS; un proyecto muy importante".
Explica también que Indra es "una compañía privada cotizada en bolsa, con una participación pública minoritaria en su accionariado, a través de SEPI. Dicha participación no lleva aparejada la participación de SEPI en la gestión de la compañía. El Gobierno y SEPI respetan y promueven el buen gobierno corporativo de las sociedades cotizadas".
Los nuevos consejeros, conectados con las tecnológicas
Los nuevos consejeros independientes, que se encuentran a las puertas de entrar en Indra, aseguran buenas relaciones entre la tecnológica española y las empresas de tecnología. Tendrán que ser ratificados en la junta de accionistas de octubre.
Se trata de Belén Amatriain, ex directiva de Telefónica; Olga San Jacinto, ex directiva de Google España; Coloma Amero, ex socia de Uría Menéndez; Virginia Arce, socia de tecnologia de PwC; y Axel Arendt, consejero de la empresa ITP durante unos meses de 2010 y directivo de Rolls Royce, donde dejó de serlo en 2021.
Amatriain estuvo varios años en Telefónica durante la época de César Alierta como presidente. Abandonó el barco en 2012, junto a la mano derecha de Alierta, Luis Abril, quien aún mantiene vínculos con la compañía. El operador de telecomunicaciones tiene una buena sintonía con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. José María Álvarez-Pallete, su presidente, alimenta una fluida relación personal con el presidente. Javier de Paz, ex conocido miembro del PSOE, forma parte del Consejo de Administración del operador, y hace de pegamento entre ambos presidentes.
Google, otra de las grandes tecnológicas, tuvo entre sus filas a Olga San Jacinto. Estuvo quince años en el buscador norteamericano y trabajó para expandir el negocio y los servicios de la corporación por Europa y Latinoamérica. En este último continente Indra aspira a incrementar su influencia, que ya la tiene. Ambos nombramientos garantizan conexiones entre Indra con Google y Telefónica, dos de las tecnológicas con más influencia en España.
