Como era de esperar, el Gobierno ha vuelto a recurrir al Fondo de Reserva, la conocida como 'hucha de las pensiones' para pagar la extra de Navidad a los pensionistas. Esta vez ha decidido coger 3.586 millones y agotar los 4.206 millones del préstamo que el Estado concedió al sistema en los Presupuestos de 2017.
La Seguridad Social tiene que recurrir a estos instrumentos porque la mala situación financiera del sistema hace que los ingresos por cotizaciones no sean suficientes para pagar la nómina del mes y la extra. Y es que el Gobierno necesita un total de 17.470 millones para hacer frente a estos dos pagos y a las correspondientes liquidaciones de IRPF.
Tras esta nueva disposición, el Fondo de Reserva, que ya estaba tiritando, se queda prácticamente en los huesos: cuenta solo con poco más de 8.000 millones, el 0,73% del PIB del 2016. E su mejor momento, la hucha de las pensiones llegó a contar con más de 50.000 millones.
Fijar un suelo
El Fondo de Reserva se creó en el año 2000 para hacer frente a los desequilibrios coyunturales entre ingresos y gastos de la Seguridad Social. Se nutrió durante años de los excedentes obtenidos durante el periodo de bonanza económica y con algunas aportaciones hechas en los primeros años de la crisis (2008 y 2010). En total, del año 2000 al año 2015 se aportaron 52.113 millones de euros.
Pero hoy está casi agotado, aunque el Gobierno no ha querido dejarlo a cero. De hecho, el Pacto de Toledo baraja la posibilidad de recomendar al Ejecutivo fijar un suelo en la próxima reforma del sistema para evitar que los futuros gobiernos lo agoten. Sería una forma de generar confianza en el sistema y enviar un mensaje de tranquilidad, explican las fuentes consultadas.