El Gobierno ha admitido este viernes que no se pondrá a trabajar en los Presupuestos Generales del Estado de 2020 hasta el mes de marzo, ya que "hasta marzo adelantado" no se conocerá el cierre de déficit público de 2019 y quieren esperar a tener este dato para poder proponer a la Comisión Europea una nueva senda de consolidación fiscal para este año.
Hasta que no dispongan de unos objetivos de déficit aceptados por Bruselas, no podrán llevar a la Cámara un proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) que cumplan con esos objetivos. Previamente negociarán con los partidos que han investido al Gobierno para contar con su apoyo a las cuentas, ha señalado la ministra portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
"Hasta marzo adelantado no se conocen los resultados finales de déficit e incluso a esta fecha todavía las administraciones territoriales no han remitido sus datos de cierre. Por esa fecha conoceremos finalmente los objetivos finales que el Reino de España va a presentar ante Bruselas. Primero queremos conocer la opinión de Bruselas", ha señalado Montero.
La portavoz -que asume también la dirección del Ministerio de Hacienda- ha recordado que el año pasado el Gobierno "negoció una senda de déficit que no pudo ver la luz por el bloqueo del PP en el Senado y no se pudo aprobar un objetivo de déficit".
Calviño liderará la negociación
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, será la encargada de negociar con Bruselas una nueva senda más flexible y Montero confía en que "mientras España reduzca el déficit, las autoridades europeas escucharán. Nuestra voluntad es acompasar esta reducción con la recuperación de derechos perdidos durante la crisis", ha apuntado.
No ha querido precisar qué objetivo de déficit quieren pactar con Bruselas para 2020. Actualmente la senda en vigor comprendía que el déficit público cerrará en el -1,3% del PIB en 2019 y en el -0,5% del PIB en 2020.
Para 2019 el Gobierno contaba con que cerrara en el -2% del PIB, aunque instituciones como el Banco de España ya han adelantado que habrá sido un año perdido en consolidación fiscal y el déficit podría haber cerrado en el -2,4% del PIB (el mismo dato de 2018, de -2,48%).
