La rebaja de Moody's ha sido una estocada fatídica para OHL. Las acciones de la compañía se han hundido este miércoles un 24% en bolsa, la mayor caída del mercado continuo y también de la historia de la compañía desde 1999, cuando comenzó a operar con la denominación actual (tras la incoprporación de Lain al grupo formado por Obrascón y Huarte). De esta forma, los títulos acumulan un desplome del 41,4% en las cinco últimas sesiones tras presentar el pasado viernes una reducción del beneficio en el primer semestre del año y después de que Moody's le haya rebajado la calificación. Los títulos de la constructora han terminado la sesión en 2,14 euros.
La agencia de medición de riesgo Moody's ha rebajado en un escalón la calificación crediticia de OHL, que pasa de "B2" a "B3", ambas dentro del "bono basura"
Al cierre del mercado del pasado viernes, OHL anunció sus resultados semestrales, según los cuales redujo un 94,3% su beneficio, hasta los 3 millones de euros, debido a un incremento de los impuestos, la pérdida de 102,2 millones por el centro hospitalario de Montreal (Canadá) y el efecto de las diferencias de cambio. El grupo también anunció una revisión de su plan estratégico, así como diversas medidas para reforzar su capital, entre ellas la posibilidad de vender activos o reducir su participación en Abertis.
Estos resultados presionaron a la baja la cotización de OHL, que el martes reaccionó con un programa de recompra de acciones para los próximos seis meses que podría suponer la adquisición de hasta un 3% del capital. La agencia de medición de riesgo Moody's ha rebajado en un escalón la calificación crediticia de OHL, que pasa de "B2" a "B3", ambas dentro del "bono basura", ante el "deterioro" de la evolución operativa de la compañía en la primera mitad del año. Además, la agencia le ha asignado perspectiva negativa al considerar que la potencial recuperación del resultado en la segunda mitad del año no será suficiente para mejorar los niveles de endeudamiento.
En lo que va de año, OHL se ha desplomado un 59%, lo que deja su capitalización bursátil en unos exiguos 630 millones de euros, por debajo de la de valores como Laboratorios Rovi y Elecnor. Durante el primer semestre, la compañía formaba aún parte del Ibex-35, aunque fue excluida del índice como consecuencia, entre otros factores, de su errática trayectoria, que dejó en mínimos su capitalización.