Luis de Guindos ya se ve más como vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) que como ministro de Economía. El miércoles lo demostró en la que puede haber sido su última rueda de prensa en Castellana 162. “La política del BCE ha apuntalado la recuperación”, dijo anticipándose así al mensaje que tendrá que repetir una y otra vez si el 1 de junio se estrena como segunda cabeza de la gran autoridad europea.
Y es que la rueda de prensa que dio el todavía ministro poco después de que España oficializara su candidatura, prácticamente se convirtió en la primera puesta de largo de Luis de Guindos como lugarteniente de Mario Draghi. La verdad es que de momento es solo un aspirante, pero tiene muchas papeletas para instalarse en Francfurt durante los próximos ocho años.
Lo dijo más de una vez: el Gobierno tiene los apoyos asegurados. Y más vale que sea así, porque otro batacazo sería muy duro para España, que perdió la silla en este organismo en el año 2012 y que se llevó un gran chasco con la fallida presidencia del Eurogrupo en 2013. Lo cierto es que, en esta ocasión, todo apunta a que Guindos sí será el elegido.
Sabor a despedida
Se notó en la rueda de prensa del miércoles. Todo sonaba a despedida. El ministró entró contento y con ganas de hablar ante un auditorio abarrotado. Su equipo al completo y periodistas de todos los medios, españoles y extranjeros, esperaban atentos las palabras de un Guindos que sonreía a los fotógrafos desde el atril que se había colocado específicamente para la ocasión.
Habló tranquilo. Empezó repasando los últimos datos de Bruselas, era lo que tocaba puesto que, aunque su cabeza esté ya en Frankfurt, sigue siendo el responsable del Ministerio de Economía. Dijo con orgullo que se presentaba a la vicepresidencia del BCE, detalló los plazos y dio la palabra a los periodistas.
Agradeció en al menos dos ocasiones el apoyo a Mariano Rajoy que, según sus palabras, le ha respaldado tanto en las decisiones que ha tomado a lo largo de estos años al frente del Ministerio, no todas fáciles, como ahora que ha decido aspirar a la vicepresidencia del BCE.
Agradeció en al menos dos ocasiones el apoyo a Rajoy pero no quiso dar ninguna pista sobre su sucesor
No quiso hablar de su sucesor y se creció al ser preguntado por la política del BCE. “Está apuntalando la recuperación”, dijo con firmeza, a sabiendas de que va a ser una de las frases que sin duda tendrá que repetir a menudo si Frankurt se convierte definitivamente en su nuevo hogar.
Y tras unas cuantas preguntas y muchos flashes abandonó la sala, la misma en la que hace cuatro años su equipo anunció el rescate que tuvo que pedir España para evitar el colapso. Esta vez Guindos iba con paso firme y mirando hacia el futuro, aunque seguirá recorriendo los pasillos de Castellana 16 hasta el 23 de marzo.