En un guiño claro a los casi 20 millones de asalariados que hay en España, Iñigo Errejón, el líder de Más País, ha incluido en su programa electoral la propuesta de reducir la semana laboral a 4 días, un cambio normativo que quiere que esté implantado entre el año 2025 y 2030 y que supondría un hachazo en costes para las empresas.
La medida se inspira en un experimento que se ha llevado a cabo en Nueva Zelanda, el país cuyas cuentas han servido de base para las de Errejón, y busca que todos los trabajadores dediquen 32 horas (en cuatro días) al trabajo y tres al descanso a cambio de recibir el mismo salario.
La medida, que es desde luego atractiva para el empleado, es una alarma para las empresas, ya que supondría un hachazo en costes para ellas y pondría en jaque su sostenibilidad financiera, coinciden los expertos.
"No me parece buena idea. Desde luego, no podría recortarse en un 20% el tiempo de trabajo y mantener los sueldos, porque se subirían mucho los costes laborales por hora", señala a Vozpópuli Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), quien apunta que esa es la diferencia principal con el trabajo a tiempo parcial que ya existe en la actualidad y permite trabajar menos de 40 horas a la semana por menos sueldo.
Incompatible con la evolución de la productividad
Errejón se compromete en su programa a "impulsar los cambios legislativos necesarios para, aprovechando los avances tecnológicos y los aumentos de productividad, reducir la jornada laboral sin pérdida de salario a 32 horas semanales en el marco de la próxima década, intentando que en la mayoría de sectores esto se traduzca en una semana laboral de 4 días".
Hace referencia al uso de los avances tecnológicos y al aumento de la productividad, pero lo cierto es que ésta ha estado cayendo en los últimos años, como suele ocurrir en España cuando crece el empleo.
La misma idea ha sido defendida ya por gurús del mundo empresarial como Jack Ma, fundador del gigante chino del comercio electrónico Alibaba, quien va más allá y vaticina que en el futuro el uso de las máquinas permitirá a las personas trabajar sólo 12 horas a la semana; o Carlos Slim, el empresario más rico de México, que también defiende una transición gradual hacia un modelo laboral en el que sólo se trabajen tres días a la semana.
Nueva Zelanda ha sido un país pionero en probar este experimento en la compañía Perpetual Guardian, que -según informó el diario británico The Guardian- implantó hace un año una jornada laboral de cuatro días para sus empleados que ha podido servir también de inspiración para Errejón.