Mes y medio. Es lo que ha tardado Hacienda en ceder a la presión de las grandes productoras para que revirtiera un golpe fiscal al cine que había asestado la Dirección General de Tributos (DGT), su brazo legislativo. Según ha podido saber Vozpópuli, Antena 3, Vértice, Pathé, Secuoya y Mod Producciones, que ha producido a Alejandro Amenábar, mantenían desde septiembre un pulso para que el Fisco dejara de cuestionar la estructura con la que vienen operando en 2021 y 2022 para aplicarse deducciones de hasta un 85%, y de poner en riesgo producciones de millones de dólares.
Esto ha generado bastante revuelo en el sector puesto que se han hecho múltiples operaciones con esta nueva estructura, heredada o copiada de la norma foral, y la respuesta de la DGT dejaba estas operaciones en situación delicada.
La respuesta de Hacienda ha llegado antes de lo que esperaban los propios afectados, que intentaban que Tributos se corrigiera en una consulta vinculante en las próximas semanas. Y lo ha hecho en una enmienda a la proposición de ley que crea los impuestos a banca y energéticas registrada en el Congreso este jueves junto con el impuesto a grandes fortunas, mezclada con estos nuevos impuestos a sectores específicos y a los ricos. También junto a un golpe a las farmacéuticas, que ha visto una subida de las tasas que pagan a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
El Fisco corrige así su enésimo golpe al cine, que sufre constantes cambios de criterio de Tributos o de la Inspección por aplicarse las deducciones que el propio Ministerio de Hacienda crea para fomentar la producción de cine. Los últimos cuestionamientos se producían ante Agrupaciones de Interés Económicos (AIE), el vehículo de inversión que suele emplearse en la producción de cine, aunque también son habituales en la construcción de barcos y en otros proyectos de larga duración.
Precisamente planteó la consulta a Tributos una sociedad de responsabilidad limitada que tiene por objeto social la producción, postproducción y comercialización de todo tipo de productores cinematográficos y audiovisuales para cine, televisión analógica y digital, multimedia, Internet y todo tipo de plataformas de emisión de contenidos audiovisuales, organización de actos culturales y desarrollo y aplicación de planes de formación. La entidad consultante tiene la intención de desarrollar, a lo largo de los ejercicios 2021 y 2022, la producción de un largometraje cinematográfico y quiere saber cómo aplicarse la deducción sin constituir para ello Agrupación de Interés Económico.
La consulta vinculante de Tributos estableció que las aportaciones que realiza el inversor bajo el contrato de financiación no pueden quedarse bloqueadas o pignoradas en una cuenta, deben destinarse a sufragar gastos de producción, y que sólo se podrá traspasar gasto (deducción) al inversor efectuado tras la firma del contrato de financiación.
Este último asunto queda solventado con la enmienda, que establece, con efectos impositivos desde 1 de enero de 2022, que dichas cantidades podrán aportarse en cualquier fase de la producción, con carácter previo o posterior al momento en que el productor incurra en los citados costes de producción, y hasta la obtención de los certificados. No queda aclarado sin embargo el primer asunto, que desde el sector ven importante para que el productor no arriesgue su patrimonio sin un mecanismo de defensa.
Los vaivenes del Gobierno
Este conflicto se ha producido cuando La Audiencia Nacional ha tumbado el acta y la sanción que la Inspección impuso a una productora de cine por considerar que fingía esta función y era una mera financiadora que se aplicaba indebidamente incentivos millonarios a la producción de cine.
En una sentencia pionera, la Audiencia avaló los vehículos de producción de cine y dio un tirón de orejas a Hacienda, a la que advirtió de que no ha probado sus acusaciones, por lo que además le condena a costas, en la primera victoria en los tribunales de las productoras de cine.
Este primer caso afecta a una productora nacional de películas como Habitación en Roma (Julio Medem, 2010), y le siguen actas levantadas e impugnadas por un alud de productoras cuestionadas, como Universal Pictures, Warner Bros y Summit Entertainment-Lionsgate por 'Fast & Furious 6', 'Furia de titanes' y 'Fría luz del día', rodadas en España por los incentivos fiscales al cine. Bajo este paraguas se han rodado 'Exodus' de Ridley Scott; 'En el corazón del mar', de Ron Howard; 'Aliados', de Robert Zemeckis; 'Jason Bourne', de Paul Greengrass, y varias temporadas de 'Juego de Tronos', entre muchas otras. Son las estructuras que se aplicaban las películas españolas de cualquier tamaño, como el caso que juzga la Audiencia Nacional.