El excepcional comportamiento de la recaudación se mantiene y se incrementa si cabe hasta mayo, periodo en el que los ingresos tributarios han crecido un 19,1%, un punto más que en los cuatro primeros meses del año. El Estado ha recaudado ya 15.559 millones de euros más que en 2021, en gran medida, por la espiral inflacionista. Uno de los impuestos a los que más afecta el alza de los precios es el IRPF, efecto sobre el que el Gobierno se niega a actuar, por lo que se está produciendo una subida encubierta que ya está recaudando hasta cerca de 6.000 millones más que hace un año, rozando los 1.000 millones más que el mayo del ejercicio anterior. En concreto, las retenciones de asalariados y pensionistas ya aportan casi 5.000 millones más que el año pasado.
La propia Agencia Tributaria (AEAT) reconoce este efecto en el Informe de recaudación de mayo que ha publicado este jueves, en el que alude a la "intensa creación de empleo", pero subraya que "el principal impulso [para el crecimiento de los ingresos en el IRPF] procede de las retenciones por pensiones. Su crecimiento se ha estabilizado en el 17%, con un incremento de la masa de pensiones del 7% (5,4% en la pensión media y el resto por el aumento de la población pensionista) y una subida del tipo medio efectivo algo superior al 9%", señala.
Esto significa que con la subida de precios y el incremento nominal de las rentas, los trabajadores saltan a un tramo del impuesto más alto y pagan más impuestos, a pesar de que su poder adquisitivo se reduce.
Se trata de la progresividad en frío fenómeno muy conocido por los economistas, que tiene la peculiaridad de pasar relativamente desapercibido ya que supone una subida de impuestos encubierta que no necesita de anuncios ni iniciativas legislativas por parte del Gobierno y que no tiene coste político. Es decir, la inflación incrementa la factura fiscal de los contribuyentes sin que explícitamente se tengan que subir los tipos impositivos u otros elementos estructurales del impuesto.
"Estas cifras son superiores a lo habitual en otros ejercicios por la actualización de las pensiones con las subidas de precios en 2021, aunque hay que recordar que en años anteriores las retenciones en las pensiones crecían en el entorno del 7% y la mitad de ese crecimiento se producía por el aumento del tipo medio que provoca la entrada de nuevos pensionistas con pensiones más altas que las que ya están en el sistema", explica el informe de la AEAT.
En mayo, las retenciones del trabajo y actividades económicas crecieron un 15,2%, por encima del 13,4% que acumulan en el año. En el sector privado las retenciones del mes corresponden a las declaraciones mensuales, casi en su totalidad de Grandes Empresas. El crecimiento fue del 15,7%, prolongando la tendencia alcista que se observa desde comienzos de año, señala el informe de recaudación.
A la creación de empleo, la AEAT añade una "subida significativa de los salarios medios" que lleva a un crecimiento de la masa salarial superior al 10% (en términos de devengo, es decir, entre enero y abril). Por otra, la subida del salario medio supone un incremento en el tipo medio efectivo que, en media desde el devengo de enero, es de alrededor del 4%. En el conjunto del sector privado (incluyendo las retenciones de las pymes del cuarto trimestre de 2021 y del primero de 2022, que son las ingresadas hasta el momento) el aumento de las retenciones en el año es del 14,3%, constata.
Deflactar la tarifa
Este efecto se compensa actualizando los umbrales que marcan los tipos de retención, lo que se denomina deflactar la tarifa, una medida que reclaman economistas, fiscalistas, expertos y el plan económico del PP.
"El fenómeno inflacionista arrastra los salarios y deteriora la capacidad económica del contribuyente. Para gravarle igual que el año pasado, habría que deflactar la tarifa", advierte José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid.
Sanz ha calculado el efecto de la inflación en la Campaña de la Renta que acabó ayer, en la que estima que los españoles han pagado un total de 4.110 millones más, hasta 253 euros más de media por declaración, por el alza del IPC de diciembre.
El Consejo General de Economistas-Asesores Fiscales (Reaf) entiende que es "razonable" adaptar las tarifas y los umbrales de otros parámetros del IRPF, como mínimos personales y familiares, reducciones y deducciones, a la inflación. "Ha habido un incremento muy súbito de la inflación de dos dígitos", ya en el 10,2%, ha subrayado Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, y frente a las "tesis" de que una rebaja del IRPF incrementaría la inflación o no sería progresiva, ha destacado la "realidad", esto es, "que una parte de la ciudadanía ha visto mermada su capacidad de compra".
Además, han advertido de que una deflactación de la tarifa impactaría en mayor medida en las rentas bajas, como demuestran los ejemplos que han elaborado, con ahorros de hasta 477 euros, y que una rebaja de los tramos bajos mantendría la progresividad del impuesto en el mismo sentido.