AENA ha visto cómo uno de los inversores institucionales que le ha acompañado desde su salida a Bolsa, llevada a cabo en febrero de 2015, ha reducido al mínimo sus posiciones en la compañía. Se trata de HSBC, que mantenía una participación superior al 5% en el capital del gestor aeroportuario, lo que le convertía en su tercer accionista tras el Estado (51%) y el fondo TCI (algo más de un 8%).
Aunque el movimiento de la entidad financiera ha tenido reflejo en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en los últimos días de agosto, en realidad se produjo a finales del mes de abril, según se refleja en el formulario de participaciones con el que HSBC ha dejado constancia de la reducción de su participación.
Precisamente en abril, la casa de análisis de HSBC, una de las que realiza la cobertura del valor, situó su recomendación sobre AENA en "vender/infraponderar", de acuerdo con la información reflejada en la web de la empresa.
HSBC se mantenía como uno de los accionistas de referencia de AENA desde su debut en el mercado. Después de actuar como una de las muchas entidades aseguradoras de la OPV, la entidad financiera decidió ejecutar la opción de compra de las acciones de que le correspondía (green-shoe)y, al contrario de lo que sucediera con muchos de los institucionales que acudieron a la OPV, no aprovechó el inicio desbocado de la cotización para deshacer posiciones y recoger beneficios.
Un descenso prolongado
Cuando HSBC, que mantenía parte de su participación a través de instrumentos derivados, tomó la decisión de reducir al mínimo su participación en AENA, el consejo de administración de la compañía aún no había aprobado el plan estratégico a cuatro años que marcará su futuro. Tampoco se habían producido los cambios en el máximo órgano ejecutivo del gestor aeroportuario, derivados del cambio del Gobierno central como consecuencia del triunfo de la moción de censura promovida por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El más destacado fue el relevo en la presidencia de AENA, ahora en manos de Maurici Lucena, que sucedió a Jaime García-Legaz.
Tampoco por entonces se había producido la salida parcial de TCI, que a mediados de mayo colocó algo más de un 2% del capital en el mercado, un movimiento que provocó caídas en la cotización de la compañía de las que aún no ha sido capaz de reponerse. De hecho, las acciones de AENA han perdido en torno al 15% desde la operación de TCI.
El mercado está pendiente de la presentación del plan estratégico de la compañía, aprobado a finales de mayo pero que aún no se ha dado a conocer oficialmente a la comunidad inversora. Dicha presentación, que estaba prevista inicialmente para los primeros días del mes de junio, fue cancelada con motivo del relevo en el Gobierno, que anticipaba un cambio en la cúpula de la empresa.
Durante la última conferencia con analistas con motivo de la presentación de resultados de AENA, el nuevo presidente de la compañía aseguró que el plan sería presentado próximamente. Aunque no concretó una fecha, adelantó que podría ser durante el próximo mes de octubre.
