Economía

Iberdrola rebaja sus exigencias para la compra de la australiana Infigen

La energética sólo pone como requisito lograr un control de más del 50% del capital social de la eólica y recibir el visto bueno del organismo de inversiones extranjeras australiano

  • Junta de accionistas de Iberdrola

Iberdrola anhela la compra de la australiana Infigen. Como ha quedado patente tanto este lunes como este martes. La energética que preside Ignacio Sánchez Galán anunció la subida de su oferta económica en el arranque de la semana y esta jornada ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que rebaja sus exigencias para la toma de control de la eólica. 

La española renuncia a todas las condiciones inicialmente impuestas en su oferta pública de adquisición (OPA) de acciones en efectivo sobre Infigen, con excepción de la adquisición de una participación de más del 50% del capital social la australiana (calculado de forma totalmente diluida) y la aprobación de la oferta por el 'Foreign Investment Review Board' australiano, el organismo de control de inversiones extranjeras.

Una rebaja de requisitos que se produce un días después de poner más dinero encima de la mesa. Iberdrola mejoró su oferta por Infigen hasta los 869,92 millones de dólares australianos (unos 532,99 millones de euros).

Batalla de OPAs

La subida de precio se realizó como respuesta inmediata a la mejora en la oferta que había realizado el conglomerado filipino Ayala Corp., el rival de Iberdrola en la toma de control de Infigen. Ayala elevó el domingo su apuesta para hacerse con la eólica australiana hasta los 0,86 dólares australianos por títulos, igualando así el precio inicial de Iberdrola, y su oferta ahora era totalmente "incondicional".

A mediados de junio, fecha en la que se conoció el acuerdo de implementación, el consejo de administración de Infigen recomendó por unanimidad aceptar la oferta, que estaba condicionada a que Iberdrola Australia adquiera una participación de más del 50% de los valores vinculados de Infigen, a obtener la aprobación de la junta de revisión de inversiones extranjeras (FIRB, por sus siglas en inglés), a la ausencia de un cambio material adverso y a ciertas otras limitadas condiciones habituales. Ahora, Iberdrola ha renunciado a parte de estas condiciones.

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