El Gobierno quiere que todas las energéticas contribuyan con un impuesto extra ante lo que consideran unos "beneficios extraordinarios" durante la actual crisis. La Comisión Europea pide una "contribución solidaria" para petroleras y gasistas, mientras que para las eléctricas propone una limitación de los beneficios. Iberdrola y Repsol son dos compañías que ven 'injusta' esta senda regulatoria pero, en el caso de ponerse en marcha, defienden que quien ha aumentado realmente su negocio en estos años de crisis no son "ellos" sino los "otros".
Un escenario al que han tenido que enfrentarse esta semana. Iberdrola y Repsol han presentado sus resultados hasta septiembre, donde ambos comparten un beneficio que ronda los 3.000 millones. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha avisado a los inversores que prepara la batalla judicial contra esta decisión. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, avisaba que esta senda de Gobierno y Bruselas podría castigar seriamente la capacidad para invertir de la compañía.
¿Quién tiene más 'extraordinarios'?
El grupo energético que preside Ignacio Sánchez Galán ha obtenido en todos sus mercados 3.104 millones, un 29% más respecto a los 2.408 millones que registró en el mismo periodo del año pasado, con unos ingresos en el tercer trimestre hasta los 37.900 millones de euros, un 35% más que los que registraba en septiembre de 2021. No obstante, como recuerdan desde Iberdrola, su negocio ha crecido en todas las geografías excepto en España.
"Iberdrola reportó resultados del tercer trimestre en línea con nuestras expectativas, pero un 2% por encima de las previsiones de consenso del mercado", explican los analistas de Barclays. "Por divisiones, redes fue el motor del crecimiento, pero generación y de clientes minoritarios fue ligeramente mejor que nuestras expectativas, impulsado principalmente por España", añaden. "Iberdrola es un ganador en el proceso de mayor electrificación y rápida descarbonización al que se enfrenta el nuevo modelo energético. Su posicionamiento en renovables y en redes, la diversificación geográfica y una sólida estructura financiera le permite capturar las oportunidades en el nuevo escenario de transición energética", comenta Aránzazu Bueno, analista de Bankinter.
Repsol, entre enero y septiembre de 2022, logró un resultado neto de 3.222 millones de euros, un 66% más que los 1.939 millones que obtuvo en el mismo periodo de 2021. Mientras que el importe neto de la cifra de negocio de la empresa que lidera Imaz se situó en 61.965 millones de euros, un 72% más que lo ingresado en los primeros nueve meses de 2021.
"Ante la coyuntura de precios elevados que estimamos puede alargarse en el tiempo, no descartamos que Repsol deba actualizar las principales líneas de su plan estratégico de 2025", opina Alfonso Batalla, analista de Renta 4. "Repsol es una de las empresas multienergéticas que presenta mejores perspectivas: cuenta con un balance saneado, cotiza a múltiplos reducidos, rentabilidad por dividendo atractiva (5,4%) y cada vez es mayor su presencia en el área de renovables. Se ve afectada por la desaceleración económica y la moderación en los precios del petróleo y por el impuesto a los beneficios extraordinarios de las petroleras", comenta Pilar Aranda, analista de Bankinter.
Proteger a sus inversores
El ejercicio de transparencia ante los analistas ha servido para conocer de primera mano la opinión de sus máximos mandatarios sobre el ya denominado 'impuestazo'. Josu Jon Imaz explicaba en su conferencia con los analistas que el gravamen que el Gobierno quiere aplicar a los ingresos de las energéticas "podría mermar nuestra capacidad para invertir". El CEO de Repsol fue más comedido que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que el día anterior vaticinó una batalla judicial contra esta decisión.
“No sé lo que va a suceder”, explicaba el presidente de Iberdrola. “Haremos lo que hemos hecho siempre con este tipo de asuntos, que es defender los intereses de nuestros accionistas”, afirmaba Galán. Y la punta de lanza de esa defensa será la vía jurídica. “Acudiremos a los tribunales. Esta medida va contra las directivas europeas que dicen que esto es un impuesto sobre los beneficios extra, no habla sobre ingresos, y nuestros abogados van a trabajar como siempre de una manera muy eficiente. Nosotros pagamos 3.800 millones en impuestos en España y es un dinero que ayuda también a los vulnerables. No veo ninguna razón para pagar más impuestos”, ha defendido Ignacio Sánchez Galán.
Iberdrola y Repsol, cruce de reproches
Los dos gigantes energéticos, que compiten por ser la energética de referencia tanto en Madrid como en el País Vasco, no han renunciado estos meses a señalar al 'vecino' como el máximo beneficiado de esta crisis de precios. Un movimiento que han liderado sus asociaciones
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelēc), el 'lobby' que lidera Iberdrola, EDP y Endesa, publicó un informe en el que señalaba a las petroleras como los únicos que han disparado sus ganancias durante la crisis. En esta ocasión, Naturgy se quedaba al margen de este grupo de 'beneficiados por la crisis' ya que el este estudio integra a la compañía dentro de las 'empresas de electricidad y gas' y le deja fuera del grupo de 'empresas de petróleo y gas'.
"El resultado bruto de explotación (Ebitda) de las empresas de petróleo y gas se duplica respecto a sus niveles de 2021, mientras que en las empresas de electricidad y gas el EBITDA mejora un 12% respecto al primer semestre de 2022. La subida del precio del gas natural y del petróleo se refleja al alza en los resultados de las empresas de sector con posiciones largas en gas y petróleo", destaca el informe independiente que realizaron los Analistas Financieros Internacionales (Afi). Una clara evidencia del choque entre ambas partes. "En el conjunto de empresa energéticas europeas, las empresas de electricidad y gas españolas (Endesa, Iberdrola, Naturgy) no destacan por el crecimiento de su EBITDA en el primer semestre de 2022", añade este informe.
Por su parte, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), un 'lobby' que lidera Repsol y Cepsa, reaccionó el mismo día de la aprobación de esta tasa en el Congreso. Estas empresas pedían que, para respetar "un mínimo sentido de la justicia y de la capacidad económica", no se puede gravar beneficios presuntamente elevados de 2022 sin tener en cuenta las pérdidas y caídas de resultados, verdaderamente extraordinarias como consecuencia de la covid, que el sector sufrió en 2020 y 2021.
"El sector del refino no cuenta con unas tarifas reguladas, sino que está sometido a la competencia internacional y sus beneficios son cíclicos, ya que responden a las condiciones del mercado y a unas inversiones realizadas a riesgo, sin rentabilidad asegurada", defendían desde AOP el mismo día de la aprobación de este impuesto.