Los impuestos a banca y energéticas entran en campaña. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado este martes los resultados del primer pago anticipado del 50%, que concluyó este lunes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que ha aprobado un partida de becas de 2.520 millones. En concreto, el impuesto a las energéticas ha recaudado 817,4 millones y el de la banca, 637,1 millones, un total de 1.454,5 millones. El primer pago anticipado del 50%, que estaba previsto que se realizara entre el 1 y el 20 de febrero, finalmente se retrasó al 4 de febrero por las dilaciones en el trámite de consulta al Consejo de Estado.
Montero ha considerado que estos impuestos "no son confiscatorios sino proporcionados" por los elevados beneficios de estos sectores. Según la ministra, "las principales compañías energéticas reflejan un incremento del 43%, casi 12.000 millones de euros de beneficios y algunas solo con contabilidad hasta septiembre". "Este porcentaje es probable que aumente con el año completo", ha añadido.
En lo que respecta a la banca, ha destacado que obtuvieron "más de 20.500 millones de beneficio en 2022". Y, en alusión directa a Santander y BBVA, ha señalado a los "los dos principales grupos financieros", cuya "cifra de negocio se ha incrementado un 25%". Todo esto lo ha contrapuesto con la defensa que a su juicio hace el PP de los que más tienen, con los recursos de la Comunidad de Madrid y Andalucía contra el impuesto a grandes fortunas.
Banca y energéticas debían realizar un pago a cuenta del 50% de los nuevos impuestos, con lo que el Gobierno preveía ingresar 1.750 millones de euros en el segundo mes de 2023. Los Grupos Socialista y de Podemos registraron la proposición de ley con los nuevos impuestos, que preveían recaudar 1.500 y 2.000, respectivamente. Finalmente, las enmiendas han rebajado el objetivo a 1.300 y 1.700 millones. Es decir, 3.000 millones, que Montero ha augurado que se van a superar.
La declaración de los impuestos se realizará en septiembre de 2023 y 2024. El impuesto a las energéticas grava un 1,2% el importe neto de la cifra de negocios de 2022 y 2023, y el de la banca, la diferencia entre las comisiones e intereses netos cobrados y pagados de los mismos ejercicios.
En el caso de las energéticas, afecta a las que tuvieran una cifra de negocio de más de 1.000 millones en 2019, la gran mayoría, grupos consolidados españoles y extranjeros, a los que sólo se grava cuando tengan más de un 50% de actividad energética y por su actividad en España y en operaciones con terceros.
Los recursos
Han impugnado de momento la Orden Ministerial con los Modelos de declaración ante la Audiencia Nacional las patronales bancarias AEB y CECA, Kutxabank, la patronal eléctrica AELEC (que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP) y Repsol. No se han admitido las medidas cautelares de paralización del pago.
El retraso en el inicio del primer pago anticipado se ha producido por haber entrado tarde el proyecto de Orden en el Consejo de Estado. Con urgencia, el máximo órgano consultivo emitió su dictamen el 2 de febrero, en el que advierte a Hacienda de la "especial complejidad" de los impuestos a banca y energéticas. Detecta falta de "precisión" y "claridad", y por ello considera que el Fisco debería haber desarrollado un Real Decreto que explicara la ley y su aplicación práctica, en particular un asunto de relevancia máxima como es a quién afectan los tributos.
De hecho, el máximo órgano consultivo da cuenta de un informe de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, la unidad que se encarga de vigilar al IBEX y a las grandes multinacionales, en el que este cuerpo de élite de la Inspección que debe controlar precisamente a los grandes bancos y energéticas también pide aclaraciones.