Economía

Las cuentas siguen sin cuadrar: faltan 2.000 millones para equlibrar el presupuesto

La ejecución presupuestaria muestra que las cuentas públicas presentan un desfase de 2.000 millones con respecto a lo comprometido con Bruselas. Nuevos ajustes están ya sobre la mesa de los técnicos pese a que los políticos siguen diciendo que "no hará falta más" este año. 

  • Siguen faltando 2.000 millones para cuadrar las cuentas

La actitud inflexible que el Gobierno desplegó ayer ante las autonomías y los recortes aplicados a los trabajadores tienen una explicación a la luz de la contabilidad oficial: las cuentas del Estado siguen sin cuadrar. El Ejecutivo se enfrenta a un desfase de 2.000 millones de euros respecto a lo pactado con Bruselas incluso si sus previsiones más optimistas se cumplen.

Más allá de la versión oficial de que las cifras no son tan malas porque "incluyen fondos ya adelantados", lo cierto es que dos elementos se han escapado a las previsiones del Ejecutivo y se han convertido en factores que amenazan el cumplimiento de los objetivos: la recaudación tributaria está cayendo cuando debería subir y los intereses de la deuda se están disparando.

Primero, los ingresos del Estado se hunden

En primer lugar, los ingresos del Estado deberían haber crecido un 19,1% para cumplir con el déficit comprometido con Bruselas. Eso implicaba mayor recaudación por la subida del Impuesto de la Renta y un repunte de la actividad para conseguir recaudar más mediante impuestos indirectos. Ninguna de las dos cosas ha pasado. 

Los 2.000 millones de desfase podrían cuadrarse con nuevos recortes pese a que el Ejecutivo lo niega oficialmente

El Gobierno Rajoy aprobó una subida del IRPF entre un 2% (para quienes cobraban hasta 33.007 euros) y un 7% (para las rentas que superan los 300.000 euros) pero la recaudación no ha acompañado a la mayor presión fiscal. El Ejecutivo apenas ha recaudado 700 millones de euros más que el año pasado (un 1,96%). Eso deja la recaudación muy por debajo de lo presupuestado inicialmente. De igual modo, el impuesto de sociedades y los impuestos a no residentes quedan por debajo de las previsiones oficiales. El resultado final es que los impuestos indirectos están a día de hoy un 8,65% por debajo de lo que el Estado esperaba. 

Pero lo más dramático se ha vivido en el lado de los impuestos indirectos. La caída de la actividad explica un desplome de los ingresos por IVA y de los impuestos especiales. El Ejecutivo preveía una caída pero no tan fuerte como la que se ha producido. El desplome de esos ingresos casi triplica el esperado por el Ejecutivo.  

El saldo final del lado de los ingresos es que la recaudación que debía rondar los 100.000 millones de euros a estas alturas del año, apenas queda en 84.277, casi 15.000 millones por debajo de lo esperado.

El tamaño del desfase explica la contundencia de los recortes anunciados por Rajoy el pasado 11 de julio. Ante la menor recaudación por la menor actividad, el Ejecutivo ha apostado por una alternativa: mayor presión fiscal todavía. Pero esa contundencia puede no ser suficiente ni siquiera en el escenario más optimista porque las subidas de impuestos (IVA) y los recortes anunciados el pasado 11 de julio sólo suman 13.500 millones de ingresos. Dicho de otra manera, todavía faltan 2.000 millones de euros para cuadrar las cuentas.  

Segundo, la deuda y sus intereses se disparan

La escasa recaudación explica que el Gobierno haya optado por apretar más las tuercas a los ciudadanos. Pero, además, el Ejecutivo ha abierto otro frente de batalla contable y dio ayer otra vuelta de tuerca a las autonomías a las que impuso un límite de endeudamiento. Es la respuesta del Ejecutivo al hecho de que la deuda pública y sus intereses sigan creciendo

Los ingreses de la deuda se han disparado un 32% hasta junio y lastran la contabilidad pública con 3.000 millones de intereses más de los que se pagaron el año pasado (hace apenas una semana el Gobierno hablaba sólo de 2.900). Con un crecimiento de esa magnitud en los intereses y una economía que decrece a un ritmo del 1,7% anual, ese lastre cuestiona la viabilidad de las finanzas públicas a largo plazo. 

Por ello, el Gobierno ha optado por impedir a las autonomías que sigan acudiendo a los mercados a fin de aliviar el lastre de las cuentas públicas. 



¿Cómo cuadrar las cuentas? El Gobierno asegura que no serán necesarios nuevos ajustes

Esas dos acciones del Ejecutivo pretenden taponar los dos grandes problemas que a día de hoy tiene la economía. Sin embargo, con las cuentas actuales sobre la mesa e incluso si Andalucía y Cataluña cumplieran con lo que han dicho que no acatarán, todavía faltarían 2.000 millones de euros para alcanzar el déficit pactado con la Unión Europea. Eso significa que el Gobierno podría aprobar nuevos recortes o nuevas subidas de impuestos en los próximos meses, pese a que oficialmente se descarta tal medida.  

La Secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, aseguró ayer que "no serán necesarios nuevos ajustes"... aunque también Cristóbal Montoro dijo que nunca subiría el IVA, incluso dos días antes de hacerlo. 

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