El 'boom' de fijos discontinuos que ha provocado la reforma laboral al prohibir los contratos de muy corta duración para aumentar los indefinidos está generando una bolsa cada vez mayor de personas con periodos sin actividad y sin remuneración. Un indicador que lo demuestra es la tasa de bajas de los trabajadores con contratos indefinidos por los fijos discontinuos que pasan al periodo de inactividad, que se ha multiplicado por cuatro en agosto en comparación con el mismo mes de 2019, pasando del 0,02% al 0,08%.
Es una de las principales conclusiones del Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo realizado por Fedea, BBVA Research y el Instituto EY-Sargadoy. Para calcular esta tasa, los expertos dividen el número medio de bajas diarias de afiliados con contratos indefinidos por pase a la inactividad de fijos discontinuos entre la afiliación media mensual de los trabajadores con contrato indefinido y lo multiplican por 100.
Los expertos calculan esta tasa sobre el total de afiliados con contrato indefinido al no desagregar el Ministerio de Seguridad Social los motivos de las bajas de los trabajadores con contratos fijos discontinuos, sino únicamente de los contratos indefinidos en general (que también incluye a aquellos con un contrato fijo a tiempo completo o parcial).
Aunque lo lógico es analizar la tasa para analizar la evolución de manera proporcional, si miramos el número medio de bajas diarias de trabajadores con contratos indefinidos por pase a la inactividad de fijos discontinuos en términos absolutos, éstas han crecido de 1.858 personas en agosto de 2019 a 9.581 personas en agosto de este año, según los datos de la Seguridad Social. Esto es cinco veces más que antes de la reforma laboral.
Esta modalidad de contrato indefinido está muy vinculada a la temporalidad y tradicionalmente ha sido utilizada para trabajos estacionales (como la hostelería, la agricultura o la construcción) con épocas de parón en los que los empleados dejan de trabajar y tienen que recurrir a la prestación por desempleo.
De hecho, la única diferencia con los temporales es que estadísticamente son considerados como indefinidos y, por ende, tienen derecho a una indemnización por despido mayor. El número de contratos fijos discontinuos creados entre enero y agosto ya se aproxima al millón y medio, una cifra récord no vista nunca en este tipo de contrato, que antes de la reforma laboral tenía un peso ínfimo sobre el total de indefinidos.
Sin embargo, el incremento de las bajas por inactividad entre los fijos discontinuos lleva a pensar que una parte de esos trabajadores con contrato indefinido están en realidad en paro y tienen derecho a cobrar la prestación. De hecho, aunque la Seguridad Social no los contabiliza como parados, el Instituto Nacional de Estadística (INE) sí lo hace siempre y cuando verifiquen que han estado en contacto con una oficina pública o privada de empleo con el fin de encontrar trabajo. El otro motivo puede ser que se estén efectuando múltiples altas y bajas al mes de un mismo contrato.
"Antes de la reforma dos tercios de los contratos temporales eran recontrataciones, personas que estaban contratadas de forma recurrente por la misma empresa. Con los fijos discontinuos, se ha pasado de decenas de contratos a tener uno sólo pero con varias bajas por pase a periodo de inactividad. Se sustituyen múltiples contratos temporales de muy corta duración (por ejemplo, un camarero de fin de semana) por uno indefinido pero con múltiples bajas", explica Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea.
La tasa de bajas de fijos discontinuos supera la de los temporales
Según el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo realizado por Fedea, BBVA Research y el Instituto EY-Sargadoy, en términos generales y sin cribar por causas, las tasas de baja de las personas con contratos fijos discontinuos se multiplicaron por 2,4 en agosto respecto al mismo mes de 2019 hasta el 1,94%, llegando incluso a superar las de los temporales.
Los expertos que firman el estudio destacan que las tasas de baja en los fijos discontinuos han sido tradicionalmente inferiores a las de los afiliados con contratos temporales, excepto en los meses de junio. Sin embargo, desde abril de este año está ocurriendo lo contrario: son superiores las tasas de baja de los fijos discontinuos que las de los temporales, que en agosto se situaba en el 1,37%.
La tasa de bajas de indefinidos por pases de fijos discontinuos a la inactividad es diferente a la tasa de bajas de trabajadores con contratos fijos discontinuos, entre otros motivos, porque la primera se calcula sobre el total de contratos indefinidos y la segunda, sobre el total de fijos discontinuos. Además, habrá fijos discontinuos que se hayan dado de baja por otros motivos (despido, dimisión, etc.) pero no se dispone de datos desagregados.
Las tasas de baja de los trabajadores con contratos indefinidos ordinarios también se duplican
De la misma forma, las tasas de baja en afiliación de los trabajadores con contratos indefinidos ordinarios, estos son los fijos a tiempo parcial o completo sin incluir los discontinuos, están aumentando desde el inicio de la reforma laboral. En agosto de 2022 han sido 2,3 veces la registrada en agosto de 2019, tal y como refleja el estudio en base a los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social.
De esta forma, en el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo destacan que el aumento de las bajas de trabajadores indefinidos se debe principalmente al crecimiento de los pases a situaciones de inactividad de los fijos discontinuos, pero también al aumento de las bajas por despido, dimisión o abandono voluntario y por no superar el período de prueba.