La tecnológica Indra alcanzó un beneficio neto en el primer semestre del año de 66 millones de euros, un 19,9% más que en 2021, tras incrementar su cifra de negocio en un contexto en el que siete de sus ocho consejeros independientes cesaron en el cargo o están pendientes de hacerlo.
Según ha informado este miércoles la tecnológica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sus ingresos hasta junio alcanzaron los 1.805 millones de euros, un 11,6% más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que su cartera de pedidos también creció, un 12,6%, hasta los 6.044 millones de euros.
La deuda neta se situó, con fecha de 30 de junio, en 210 millones de euros, un 61,6 % menos, en periodo en el que sobrevuela la posibilidad de que la compañía entre en la operación de compra de ITP aero a Rolls Royce y en el que se espera un incremento del gasto en defensa en la UE, y en concreto en España.
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