Economía

El 'virus' de la inflación se ceba con la España vaciada y las islas

El ministerio de Economía no ha tomado una sola media para evitar el desmadre de inflación que se ha desatado en parte por la subida del recibo de la luz

  • Cruce de carreteras a la altura de Maranchón (Guadalajara). -

El ministerio de Economía no ha tomado una sola media para evitar el desmadre de inflación que se ha desatado en parte por la subida del recibo de la luz y de los precios de la energía. Pero, también este virus inflacionista se debe a: la falta de competencia (Nadia Calviño fue directora general de la Competencia con Pedro Solbes); la elevada intermediación y la existencia de prácticas de colusión en los mercados (oligopolios) y en la formación de los precios, que triplican o más los costes de producción; y la oportunidad de hacer caja de muchos negocios (para contrarrestar los efectos de la covid en las ventas) ante el aumento de la demanda en esta parte del año.

Lo que es evidente es que no funcionan las denominadas leyes del mercado de la libre competencia (oferta y demanda). Sale ganando Hacienda, que ve aumentar sus ingresos, sobre todo porque crecen las bases imponibles del consumo y también del IRPF cuando se confirmen los efectos de segunda ronda de los salarios. Y pierden los ciudadanos, sobre todo los que viven en la España vaciada, así como en el ámbito rural y en las islas. Se da la paradoja, por ejemplo, de que los precios de los alimentos crecen muy por encima de la inflación media nacional en las provincias con mayor actividad de la agricultura y con lo mismo ocurre con las tarifas de los hoteles en los lugares con mayor oferta de plazas.

Según un estudio realizado por Vozpópuli, Toledo es la provincia con mayor IPC interanual en noviembre (7,2% frente al 5,5% nacional). Le sigue Huesca (7%), León (6,9%), Ávila (6,8%) y Guadalajara (6,7%). Los índices por subgrupos, que facilitan la letra pequeña de las subidas, señalan que León y Soria son las provincias en que más han subido los precios de la energía (luz, gas y otros combustibles), hasta casi el 46% frente al 40% de la media nacional (el alza individual de la electricidad es del 47%). Las Palmas (45,2%), Cuenca (45%) y Jaén (44,2%) figuran detrás.

Esta situación de hiperinflación energética respecto a las demás provincias se debe, además de la alta dependencia energética de España del exterior, a la falta de competencia (de comercializadoras, de productoras o de estaciones de servicio, por ejemplo) o en la formación de precios. Sólo hay que ver que las grandes capitales, como Barcelona o Madrid, registran menos subidas (del 35% en ambos casos).

Sale ganando Hacienda, que ve aumentar sus ingresos, sobre todo porque crecen las bases imponibles del consumo y también del IRPF cuando se confirmen los efectos de segunda ronda de los salarios

Por su parte, frente a un incremento medio nacional del 3,1% de los alimentos, el mayor repunte se produce en provincias tan agrícolas como Córdoba (4,3%); Guadalajara (4,2%); o Toledo y Badajoz (ambas suben un 4,1%). Mientras, Tarragona encabeza las subidas de las bebidas no alcohólicas (zumos y refrescos) con un aumento del 11%, cinco puntos por encima del alza nacional. En Tenerife llega al 9,4% y en Jaén al 9,3%. Mientras, las bebidas alcohólicas en Guadalajara, la provincia que más aparece en las principales subidas del conjunto de subgrupos del IPC, aumentan un 3,5% frente al -1,0 en toda España.

También es curioso que los precios del tabaco de todas las provincias (dato que facilita oficialmente el ministerio de Hacienda) coincidan con el incremento nacional (2,3%), pero no sucede así en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, lugares con una importante industria productora, dónde llegan al 2,7% y 2,4% respectivamente.

El textil (vestido) crece a un ritmo anual del 1,6% en Cádiz y Zamora, y del 1,5% en Granada, Zaragoza y Cantabria, frente al 1,0% nacional. El alza se produce en 31 del medio centenar de provincias. En el calzado (incluye reparaciones), la subida es del 3,4% en Lleida, es decir, más de cuatro veces la subida en toda España, mientras que en Baleares (otra de las zonas más inflacionistas) llega al 2,7% y al 2,5% en Murcia.

Precios de la vivienda

Todos los precios relacionados con la vivienda viven un auténtico rally alcista y no sólo se debe al alza de la electricidad. Alquilar un piso cuesta en Baleares un 2% más que hace un año (1,7% más en Vizcaya y Córdoba), es decir, ha subido cuatro veces más que en el resto del país. Los servicios de conservación y reparación (albañilería, fontanería o pintura) aumentan en Zamora un 6,3% frente al 2% nacional, y un 4,5% crecen en Ourense. La recogida de basura o el suministro de agua han aumentado más del doble en Tarragona y Valencia que en todo el país. Comprar muebles para la vivienda tiene un coste superior del 13% en Segovia frente al 4,3% en el resto nacional.

Mientras, el precio de la ropa de cama o de baño de los hogares es un 10,3% mayor en Lugo y un 9,9% en Palencia frente al 1,6% en todo el Estado. Por su parte, los electrodomésticos cuestan un 5,6% más en Guadalajara, casi cinco veces más que en el resto de España, mientras que en Salamanca suben un 4,7% y un 3,8% en Castellón. Algo similar ocurre con las vajillas. Su precio ha crecido un 8,7% en Córdoba, un 8,6% en Huelva y un 8,2% en Burgos frente al alza del 3,3% nacional. Además, las herramientas y equipos de jardín suben un 5,2% en Á Coruña frente al 0,6% estatal y los servicios de mantenimiento de los hogares (lavandería entre otros) crecen un 3,1% en Huesca frente al 0,5% en todo el país.

En cuanto a los bienes y servicios relacionados con la medicina en plena pandemia, en Guadalajara crecen un 3,7% frente al 0,2% nacional. También en esta provincia aumentan un 7,3% los servicios ambulatorios (dentales o analíticas) cuando a nivel estatal el alza es del 1,9% mientras que los servicios hospitalarios suben en Tarragona un 8,7%, es decir, más de 14 veces por encima de la subida nacional (0,6%).

Es en Córdoba (3,2% frente al 2,9% nacional) dónde más aumentan los precios en la compra de vehículos mientras que las reparaciones de coches, repuestos o aparcamientos han crecido un 21,6% en Alicante y en Burgos frente a un alza del 18,5% en todo el país.

Servicios de transporte

Los servicios de transporte (metro, autobús, tren o avión), pese al alza de los carburantes, están aguantando el tipo a nivel nacional. Suben un 0,1%. Pero, por ejemplo, en Málaga el alza es del 6,1%, es decir, 60 veces más. Llama la atención también el incremento del 45,4% en Huesca de los precios de grandes bienes duraderos destinados al ocio o cultura (autocaravanas, remolques o incluso instrumentos musicales) frente al 4,5% estatal. Es decir, el aumento de la demanda de estos servicios individuales ha lanzado estos precios.

Mientras, ir al cine, a un concierto o a una actividad deportiva cuesta un 4% más en Granada, cinco veces más que en el conjunto nacional; comprar un equipo de imagen o sonido o un ordenador (en pleno boom del teletrabajo) supone un 3,5% más en Valladolid frente al -0,1% nacional; y casi un 10% frente al 1,5% nacional han aumentado en Guadalajara los precios de la adquisición de juego, juguetes o de equipos de acampada. También en Guadalajara cuesta un 2,9% más comprar artículos de papelería, el doble que en el resto nacional.

Los precios de las enseñanzas, que poco tienen que ver con el ‘subidón’ energético, crecen espectacularmente. Las primarias suben un 13,2% en Lleida (1,1% en toda España); la secundaria, un 8,5% en Alicante (2,3% a nivel nacional); la universitaria alcanza el 0,9% en casi todas las provincias, una décima por encima del rango nacional; y la no definida por nivel llega al 6,8% en Lleida frente al 1,2% estatal.

Restauración y alojamiento

En cuanto a los servicios de alojamiento y de restauración, los sectores más castigados por la pandemia, se observa que se están aprovechando los resquicios entre oleadas del virus para subir los precios y cargar las cajas registradoras. Por ejemplo, las tarifas de los hoteles a nivel nacional han subido en el último año un 13,2%, pero en la provincia de Madrid el alza es del 34% ante al aumento de la demanda de estos servicios. Mientras, el incremento en Zaragoza llega a casi el 19% y en Huesca y Teruel (zonas de esparcimiento y de casas rurales ante la huida hacia espacios naturales lejos del covid) es del 18,2%. Por su parte, en los bares y restaurantes el alza nacional es del 1,9%, pero en Guadalajara y Cuenca alcanza al 3,7% y en Pontevedra el 3,3%.

También llama la atención que el precio de los cuidados personales (peluquería, por ejemplo) crezca un 0,5% a nivel nacional, pero en La Rioja llega al 3,4% y a casi un 3% en Huesca y Navarra. Mientras, la compra de bisutería o de joyas sólo aumenta un 1,2% a nivel estatal, pero en Tenerife se dispara al 11% y un 10,3% en Albacete. Por su parte, el coste de las residencia de ancianos crece a nivel nacional un 1,5%, y sin embargo en Teruel llega al 7,8% y un 6,7% en Palencia. Es en Palencia donde más se elevan otros servicios, como los funerarios o las tasas administrativas. Suben un 4,1% frente al 0,5% nacional.

También destaca en esta estadística del INE que los servicios financieros (comisiones bancarias) hayan crecido un 10,6% en plena pandemia a nivel nacional o los seguros (3,3%). Pero sólo se facilitan los datos a nivel nacional y son únicamente los aportados por las propias compañías mayoristas. No hay información provincial. Lo mismo ocurre con los precios de los servicios y equipos de telefonía (0,1% y -5,3% respectivamente).

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