Lo que parecía flor de un día se ha convertido en un dolor de cabeza que durará prácticamente un año. La inflación se mantendrá en tasas muy elevadas -sobre el 4%- al menos hasta abril de 2022, según explica el Economista Jefe de España para BBVA Research, Miguel Cardoso, en declaraciones a Vozpópuli.
El dato de IPC que se ha conocido este jueves ha sorprendido a la mayoría de las casas de análisis, como a la anteriormente mencionada. Pero lo verdaderamente preocupante no es ese 5,5% de inflación, sino que este repunte se ha extrapolado a la inflación subyacente, que se ha situado en el 1,4%, por encima de las estimaciones del mercado.
El nuevo dato comienza a preocupar pues existe el temor de que la inflación se esté comiendo los márgenes de las empresas y que éstas ya lo estén comenzado a trasladar a los precios, reconoce Cardoso. En este momento existe cierta incertidumbre pues aún no se sabe cual es el origen de este alza. "El problema es que no tenemos el detalle de todo para ver cuál es la tendencias de detrás de todo esto", expone.
Otro problema que vendrá en el futuro es el repunte de la prima de riesgo y el encarecimiento de la deuda. El Tesoro se ha encargado de hacer un buen trabajo en reducir la exposición de la deuda a los cambios de los tipos de interés, pero es inevitable que en el medio plazo, cuando haya que renovar parte de la deuda, ésta se encarezca, en comparación con los tipos a los que se está pagando ahora.
Será inevitable, explica Cardoso, que el bono alemán a 10 años se vaya a tasas positivas -actualmente está en -10 puntos básicos-. Esto provocará un aumento de hasta 80 puntos básicos de la prima de riesgo española. Cabe destacar que actualmente el diferencial del bono alemán de se sitúa en los 67 puntos básicos.
Otro problema con el que se encontrará el Estado es que cuando se retiren los estímulos del BCE habrá un repunte del coste de financiación. No obstante, la directora de análisis y estrategias de Renta 4, Natalia Aguirre, considera que la subida será moderada y gradual, "teniendo en cuenta que es difícil dar marcha atrás en la política monetaria ultraexpansiva por los elevados niveles de deuda acumulados y que persisten riesgos sobre el crecimiento".
La inflación y las pensiones
La escalada de la inflación desde el mes de marzo elevará en cerca de 10.000 millones la factura de las pensiones. La subida está siendo mayor y más prolongada de lo previsto y, según las proyecciones que hace la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), tendrá un impacto no sólo en el gasto de este año, sino también en el de 2022 y 2023, tal y como ha publicado este mismo medio.
Este año será la última vez que el Gobierno tenga que abonar esta compensación, puesto que la reforma pactada con los agentes sociales y que se está tramitando en el Congreso recoge que a partir de 2022 las pensiones se revalorizarán en base al IPC medio del año anterior (hasta noviembre) y no en base al IPC previsto. De esta forma, la subida de las pensiones en 2022 se hará en base a la media de las tasas registradas entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021 (12 meses).