"El resultado del 2023 no ha sido óptimo, pero ha sido el resultado de mucho trabajo", fue una de las frases de Javier García-Carranza en su presentación de la Junta General de Accionistas 2024 de Merlin Properties. El presidente de la socimi del Ibex 35 en condición de representante del primer accionista, Banco Santander, no parece del todo conforme con el camino que viene siguiendo la compañía....y la mayoría accionarial, con él.
Los resabios de la pugna de poder con el consejero delegado Ismael Clemente siguen coleando en la mayor inmobiliaria cotizada de España. "Año notable-alto", fue el resumen del 2023 de Clemente, con quien parecen estar más de acuerdo los accionistas. Al menos, es lo que se desprende de la modificación de los estatutos sociales que se ha votado este jueves tras un ejercicio en el que la capitalización bursátil creció alrededor de un 40%, si bien sigue un 15% por debajo de máximos prepandemia.
"Los acuerdos se adoptarán por mayoría absoluta de los consejeros concurrentes a la sesión, presentes o representados, salvo en los supuestos en los que la Ley, los presentes Estatutos o el Reglamento del Consejo hayan establecido mayorías reforzadas. En caso de empate en las votaciones, el voto del Presidente no será dirimente", como ocurría hasta ahora. García-Carranza podrá, por su parte, invitar a "aquellas personas que puedan contribuir a mejorar la información de los consejeros".
Fuentes oficiales explican que la modificación responde a que el Consejo ha pasado a tener un número total par de 14 miembros tras la entrada de Inès Archer Toper como consejera independiente, y que ahora no es recomendable que un consejero tenga más poder que otro.
La modificación, en cualquier caso, regirá más allá del número de asistentes a las sesiones, que deberá ser al menos de la mitad más uno. Ocho de los 14 consejeros serán independientes dentro de un Consejo donde el primer accionista, el Santander, con un 22%, tiene tres representantes.
Nuevo sueldo para García-Carranza y reforma de Merlin
De acuerdo a las fuentes consultadas por Vozpópuli, no ha tenido la mejor recepción en el resto del accionariado de Merlin la revisión de Banco Santander de sus políticas retributivas que supuso empezar a cargar a la inmobiliaria el sueldo del propio García-Carranza, quien hasta ahora no percibía remuneración de la socimi. El presidente no ejecutivo de Merlin ha empezado a cobrar, al menos, unos 450.000 euros al año de la compañía. Y ello, tiempo después de aparcar su plan de sacar la inmobiliaria de la bolsa y vender por separado sus activos para conseguir de esa forma mayores márgenes para el banco.
Paralelamente, Clemente ha recibido el apoyo accionarial para renovar su etapa otros dos años. En su nuevo mandato, quizá el último, se perfila como bisagra el proyecto de ampliación de capital que lidera en torno al objetivo de convertirse en el mayor operador de centros de datos de España y, eventualmente, de Europa, de forma que el área digital pase de un 20% actual a suponer más del 60% de los ingresos de la compañía, de 488 millones en total en 2023.
La operación, que parece estar detrás del repunte bursátil de la compañía en los últimos meses, conllevaría la inyección de unos 1.000 millones de euros por parte de un socio inversor, en torno a lo cual ha trascendido el interés de diferentes fondos de pensiones y soberanos, como el de Arabia Saudí, y grandes family offices internacionales. La intención del equipo directivo es poder encarrilar la transacción a ojos del Consejo antes del verano -Santander estaría finalmente por la labor al calor de la evolución de la acción-, y cerrarla con los inversores entrantes al cabo de este año.