El mercado inmobiliario español cerrará el año con una inversión de 7.800 millones de euros, lo que arroja una caída del 35% frente a 2019 como consecuencia de la pandemia de coronavirus pero podría repuntar un 18% en 2021 con cerca de 9.200 millones, según la consultora Cushman & Wakefield.
Según la firma inmobiliaria, el ciclo del mercado de capitales explica un tercio de la caída de este año y la pandemia los dos tercios restantes. En todo caso, indica, los volúmenes de 2020 son mayores a los de cualquier año de la crisis anterior entre 2009 y 2013.
Las mayores cuotas de inversión se han dirigido al mercado de oficinas (28%) y al retail (27%), principalmente en activos ubicados en Madrid y Barcelona, aunque se ha observado un creciente auge de la logística.
Comercio electrónico
La logística ha sido el activo que más han buscado los inversores durante 2020 gracias a que la demanda de espacio para la distribución se ha reforzado por la consolidación del comercio electrónico durante la pandemia.
Tanto en 2019 como en 2020 la inversión residencial ha acumulado cuotas del 20% en el total de la inversión, lo que contrasta con el 6 % que representaba entre 2007 y 2018.
En activos inmobiliarios alternativos se ha visto una menor actividad en 2020, aunque los inversores institucionales mantienen su interés y capacidad de gasto, y se espera que su volumen de inversión alcance los 300 millones de euros en 2021, duplicando la cifra de este año.
Por su parte, la inversión hotelera se ha reducido este año hasta cerca de 1.000 millones por el parón de la actividad aunque podría normalizarse en 2021 y 2022.
La firma, que reconoce que la financiación bancaria ha sido más restrictiva este año, cree que de cara a 2021 los segmentos que se verán más reforzados serán la logística, las oficinas y los activos alternativos como residencias de estudiantes y de la tercera edad. También los hoteles y supermercados incrementarán sus volúmenes.
