El Barça tiene todavía un largo camino por recorrer hasta la estabilización de sus cuentas, empezando por el cierre de la inyección de 40 millones de euros por parte de fondo alemán Libero, al que se le ha dado plazo hasta este mismo martes para seguir adelante con el proyecto de Barça Media. La naturaleza del fondo alemán ha suscitado ciertas dudas en fuentes financieras cercanas al club, que apremian a buscar la forma de prolongar la citada 'palanca' o alguna alternativa para esta misma temporada para prevenir las derivadas de un incremento en las dudas sobre su solvencia.
Y es que dichos riesgos son medibles y por tanto existen: afectan tanto al margen de masa salarial que tendrá el club para el mercado de fichajes de invierno/verano como a su propia sostenibilidad en general. Paradigmático es en este sentido lo que sucede en torno a la financiación de la reforma del Camp Nou, en torno a la cual pivota el futuro del club y por la que los inversores esperan empezar a ingresar ya a partir de la temporada 2025/2026.
De la documentación relativa a la financiación de la obra a la que ha podido acceder Vozpópuli se desprende que la deuda tomada -cerca de 1.500 millones- puede acabar teniendo un precio superior al anunciado en abril -de un interés promedio del 5,5%, equivalente a unos 45 millones de euros anuales hasta 2052. El tipo de interés medio ponderado que ha conseguido el Barça para los bonos -cerca de 1.000 millones- alcanza el 7,22%, y si se considera el crédito bancario (de 3,25% anual más euríbor), ronda actualmente el 7%. Una cantidad de por sí elevada que el club buscará rebajar con una refinanciación antes de 2028, cuando debería pagar, entre intereses y devoluciones de principal, más de 500 millones. Por cada incumplimiento en los plazos, el recargo sobre la cantidad adeudada sería de un aumento del 2% anual en el tipo de interés.
El Barça ha conseguido evitar un tipo de interés del 10% troceando los tramos....a condición de no demorar ninguna devolución ni sufrir rebajas de la calificación crediticia
Al margen de todo ello, existe también otro riesgo de que las cantidades a pagar acaben siendo incluso mayores. Y es que los inversores en la obra del Espai se han blindado con una prima en caso de que el Barça sufra rebajas de su calificación crediticia, como podría ocurrir dependiendo de los resultados deportivos del club o la evolución de la investigación judicial por el caso Negreira, entre otros factores. El coste de la financiación de algunos tramos podría así alcanzar sino superar el 10%, aunque en escenarios más que pesimistas. Más que positiva sería en tanto una posible inyección de dinero público en el club con motivo de la organización del Mundial 2030.
Los 'ratings' en Can Barça
Por lo pronto, la calificación crediticia del Barça se encuentra en la BBB según la agencia Morning Star, que asignó esa nota tanto en agosto de 2022 como de 2023; la última evaluación de Fitch, en agosto 2022, había sido de BBB-, tras lo cual el vínculo entre las partes acabó.
Para asegurarse de mantener la calificación otorgada por Morning Star, el club debería reducir su masa salarial en unos 50 millones de euros esta temporada, explican fuentes financieras. En la temporada 22/23, el club pudo permitirse un desvío de 100 millones en los gastos tras ingresar cerca de 90 millones más de lo previsto en términos operativos.
Si la deuda del Barça cayera en algún momento por debajo de la calificación BBB-, los inversores del Espai podrán reclamar una prima sobre los intereses ya pactados, del 1,25% anual. Esto es, un eventual recargo de 8 millones de euros por cada año que pase sin que el club pueda recuperar la calificación de grado de inversión (BBB- o superior)
El Barça está, en definitiva, dos peldaños por encima de la situación de bono basura -si se atendiera a la de Fitch, solo uno-. El matiz es importante ya que si la deuda del club cayera en algún momento por debajo de la calificación BBB-, los inversores del Espai podrán reclamar una prima sobre los intereses ya pactados, del 1,25% anual. Esto es, un eventual recargo en el entorno de los 5-10 millones de euros por cada año que pase sin que el club pueda recuperar la calificación de grado de inversión (BBB- o superior). A preguntas de este diario, desde Can Barça no ha habido aclaración sobre si el eventual recargo sería acumulativo o constante.