Una de cal y otra de arena. El mercado no deja de castigar al parqué español: durante la mañana, el Ibex 35 ha registrado una fuerte caída del 1,3%, situándose al borde de los 7.900 puntos. Y, de nuevo, la piedra en el zapato de los activos españoles han sido los bancos.
Pero la buena noticia viene del lado del riesgo país. El diferencial del bono española a diez años respecto al alemán se mantenía en torno a los 346 puntos básicos. La decisión del viernes pasado el Ecofin (ministros de Finanzas de la eurozona) de ampliar el cortafuegos a 700.000 millones de euros y el anuncio del Gobierno de los Presupuestos Generales del Estado más austeros de la democracia parecen haber sido bien recibidos por los mercados.
Fuentes del sector, apuntan que los vaivenes que la Bolsa española –la renta variable– sufren el efecto arrastre de los bancos, pero también por las malas perspectivas de crecimiento económico. Y de nuevo la pescadilla que se mueve la cola: los expertos prevén que las medidas del gobierno para reducir el riesgo de impago –que influye en la evolución de la prima de riesgo– lastran el crecimiento; a peores perspectivas de crecimiento, peor evolución en la Bolsa.
De entre las empresas que conforman el Ibex, Abengoa fue la que sufrió un mayor recorte con un 6,72%. Por detrás, le siguieron el Banco Santander con un fuente descuento del 1,99%, Repsol con un 1,94%, BBVA con un retroceso del 1,179%, el 1,67% de caída que experimentó Endesa, el 1,48% Iberdrola y el 1,10 % de Telefónica.
