Economía

Retiro dorado: Javier Marín cobrará 800.000 euros anuales si decide prejubilarse

El ex CEO del banco rojo, de 48 años de edad, tiene la posibilidad de optar por la prejubilación en caso de cese. Si decidiese tomar ese camino percibirá alrededor de 14 millones de euros hasta su jubilación a los 65 años. También puede reincorporarse a su antiguo puesto o desvincularse totalmente de la entidad.

El futuro de Javier Marín tiene tres posibles salidas, tras anunciarse su salida como consejero delegado del Santander. En dos de ellas, mantendría su vinculación con el banco. La última opción significaría su salida de la entidad, lo que le permitiría cobrar su bolsa de 4,3 millones en derechos de planes de pensiones acumulados desde su incorporación al banco en 1991. Marín, que aún no ha decidido su futuro, tendrá hasta el 31 de diciembre próximo para tomar una decisión al respecto.

Según fuentes del banco, Marín puede tener derecho a prejubilarse. Así se determina en el informe de Nombramientos de la entidad de 2013 en el que se explicita que tanto Ana Patricia Botín como Javier Marín tienen derecho a la prejubilación en el caso de que se les cesase de su cargo. Si optara por la prejubilación, Marín percibiría 800.000 euros anuales. Como Marín tiene 48 años, podría estar cobrando entre 17 o 19 años, lo que supone unos 14 millones.

La otra vía abierta para Marín dentro del grupo sería la reincorporación a la dirección general de Banca Privada Global, el cargo que detentaba antes de ser nombrado consejero delegado en sustitución de Alfredo Sáenz. En ese caso, Marín también percibiría un salario de 800.000 euros anuales, además de continuar generando derechos de pensión.

La Memoria del banco indica que desde 2013 los compromisos por pensiones existentes se calcula como el 80% de la suma de la retribución anual fija y el 30% de la media aritmética del importe bruto de las tres últimas retribuciones variables. Asimismo, la base pensionable en relación con el régimen de fallecimiento e invalidez permanente previstos en su contrato de alto directivo pasa a ser el 100% de la retribución anual fija. En su contrato de alta dirección, que se encuentra suspendido, la aportación anual es del 55% de su retribución fija y la base pensionable para los casos de fallecimiento e invalidez es del 80% de su retribución fija.

Si el ex CEO optará por seguir vinculado con el banco, bien mediante la prejubilación o el reingreso en su antiguo cargo, no podría desempeñar ningún puesto en otra cantidad. Javier Marín ha desarrollado su carrera profesional en el Santander, al que se incorporó en 1991. Dentro de la entidad ha estado en la Asesoría Jurídica hasta 1995, posteriormente se incorporó a la Secretaría Técnica de Emilio Botín, donde permaneció hasta 1999, año en el que fue nombrado Director general del Santander de Negocios, y en 2001 pasó ser consejero delegado de Banify director general de Banca Privada Global. Bajo su mandato, la entidad vivió los escándalos por la inversión en Lehman Brothers, en los activos de Madoff y en el Fondo Inmobiliario del Santander, que se dejó atrapados a cientos de inversores. En abril de 2013 fue nombrado consejero delegado en sustitución de Alfredo Sáenz, imputado por el Tribunal Supremo.

En 2013 Marín percibió 4,3 millones, dos millones como retribución fija y el resto variable según la consecución de los objetivos señalados.

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