El jeque Al-Thani, hasta ahora reacio a vender sus acciones en el turbulento Málaga CF, ha coqueteado con la posibilidad de vender su parte ante la reciente derivada judicial que afecta a la institución.
"Hay un grupo muy importante de gente muy ligada a la producción de cine y televisión que están aquí en Málaga, que quieren hacer de Málaga el Hollywood europeo y que están grabando series aquí en Málaga para Amazon de un potencial económico grandísimo y están negociando ya", había afirmado este lunes en Canal Málaga Antonio Aguilera, de la Asociación de Pequeños Accionistas del Málaga C.F..
Según ha precisado Aguilera a Vozpópuli, se trata en definitiva de un grupo de productores de Hollywood que están trabajando ya en Málaga de la mano de Amazon y Netflix. George Clooney, frente a lo que se ha publicado, no pondría dinero en la compra ni participaría de ella sino que "haría el favor" a los productores de hacer actividades de imagen alrededor del Málaga para "darle realce a la compra del club".
"Vendría aquí a unos partidos, con los gastos pagados, y pondría su imagen, en modo de favor, para relanzar al club, pero no pondría ningún duro en la compra del club", aclara Aguilera, ostensiblemente molesto con algunos titulares de la prensa.
Tira y afloje
Paralelamente, según apuntan fuentes conocedoras a este periódico, la productora, sin vínculos administrativos con Clooney, habría ofrecido más de 15 y menos de 36 millones de euros al jeque por su parte en el club. En una primera reunión, el jeque se habría mostrado más flexible, luego habría pedido 100 millones, y después se habría vuelto a abrir a negociar.
Según ha podido saber este periódico de otras fuentes, un grupo inversor americano ya mostró su interés en comprar el Málaga en 2019, pero el jeque, entonces, se opuso. En las actuales negociaciones estarían interesados uno de los mayores multimillonarios del mundo, el mexicano David Martínez, y el fondo de capital riesgo estadounidense Silver Lake, que recientemente entró en el capital del Manchester City.
La operación, en cualquiera de los casos, no sería sencilla. El jeque afronta una deuda actual de más de cinco millones después de que un juez lo apartase la pasada semana del club, poniendo en su lugar a un administrador.
Dicha causa fue iniciada por una querella de la propia APA por "administración desleal, apropiación indebida y blanqueo de capitales" contra el jeque catarí, que adquirió el Málaga por 36 millones en 2010. El jeque además ha recurrido la sentencia de primera instancia que le condenó a devolver el 49% de sus acciones a la cadena hotelera Blue Bay.