Los directivos españoles ganaron un 7% más en 2013, mientras las retribuciones de los mandos intermedios y empleados se equipararon a la baja, lo que conlleva una paulatina desaparición de la ya pignorada "clase media".
Según un estudio de Icsa y la escuela de negocios Eada, la retribución de los directivos se situó en 80.330 euros brutos de media anual, mientras que los salarios de mandos intermedios y empleados cayeron un 3,18 y 0,47%, con retribuciones medias de 36.552 y 21.307 euros anuales, respectivamente.
"Constatamos una clara polarización entre personas que ganan muchísimo y otras que cada vez ganan menos", ha señalado el director de Icsa, Ernest Poveda.
Esta evolución salarial ha provocado que, desde el inicio de la crisis, los directivos hayan ganado un 3,42% de poder adquisitivo respecto al nivel acumulado de inflación, mientras que los mandos intermedios y los empleados han perdido un 8,56 y un 4,72% de poder adquisitivo, respectivamente.
Poveda ha avisado de que el ensanchamiento de la brecha entre los directivos y el resto de trabajadores resta competitividad a las empresas, ya que provoca una pérdida de interés por ascender. En este sentido, Poveda ha reclamado "no aprovechar la crisis" para ahondar en estas diferencias salariales y ha abogado por la implantación de un modelo retributivo variable.
Un modelo retributivo variable, ha precisado, permitiría adaptar los salarios de los trabajadores a su productividad y al valor singular que cada uno de ellos aporte a la organización, con lo que sería más "aceptable y sostenible" para ambos.
Poveda también ha apostado por aplicar topes salariales a los directivos, si bien ha recalcado que se trata de algo "ideal pero no pragmático" porque los gobiernos europeos difícilmente apoyarían medidas de esta índole.
El presidente de Icsa ha asegurado que estas diferencias retributivas entre directivos y el resto de trabajadores es consecuencia directa de la Reforma Laboral aprobada por el Gobierno.
Precisamente, la regulación laboral española explica la diferencia entre los resultados de España respecto a otros países de la UE, como Francia e Italia, donde los sueldos han evolucionado de forma más lineal en todos los segmentos.
