Un informe de La Caixa certifica que la clase media es la que más ha sufrido La Gran Recesión. El número de ocupados en la franja salarial intermedia se ha desplomado un 35%, mucho más de lo que ha descendido en los tramos bajos o altos. En definitiva, la crisis se salda con una España bastante más desigual. Sólo que esta erosión de la clase media obedece a tendencias globales que nada tienen que ver con la crisis y que han llegado para quedarse, subrayan los autores del estudio.

Publicaciones como Bild o Die Welt hablan con total claridad de la relación entre Juan Carlos I y Corinna Sayn-Wittgenstein, a quien definen como una mujer acostumbrada a frecuentar a grandes fortunas. "Tras el escándalo del viaje a Botsuana, su apartamento en El Pardo permanece cerrado a cal y canto y ella está en paradero desconocido", apunta Bild.

La crisis golpea tan fuerte que está alumbrando todo tipo de negocios, incluso en zonas residenciales de clase media alta, como la localidad madrileña de Majadahonda, que han empezado también a conocer el látigo del paro. Las colas de los setenta en el Monte de Piedad han sido sustituidas por modelos de empeño todavía más indiscretos en su publicidad, aunque algo más anónimos: basta con llamar a un número de teléfono para acceder a un préstamo a cambio del depósito del coche, no a cambio de un anillo o de una pulsera, como antaño rezaba la tradición de los pobres.