Economía

La crisis interminable del automóvil

El automóvil está sufriendo una de las crisis más acuciantes de las últimas décadas, una crisis que comenzó con un frenazo nunca antes visto debido a la pandemia de la

  • Un operario trabaja en una planta española de automoción.

El automóvil está sufriendo una de las crisis más acuciantes de las últimas décadas, una crisis que comenzó con un frenazo nunca antes visto debido a la pandemia de la covid-19 a la que se unió este año la falta de suministros de los semiconductores fruto también de la crisis sanitaria que ha afectado, y sigue haciéndolo, a todo el mundo y que ha alargado en el tiempo una crisis que, sin duda, no se esperaba en las perspectivas inicialmente previstas para este ejercicio.

Y dentro del sector, quienes más están sufriendo esta crisis provocada por la falta de suministros son las fábricas de vehículos, nada menos que 17 plantas repartidas por toda nuestra geografía que, sobre todo en el segundo semestre del año, han vivido de ERTE en ERTE pendientes de adaptar sus producciones a la llegada de los polémicos semiconductores. Porque el sector del automóvil apenas consume un 15 o un 20% de la producción mundial de estos componentes, y las fábricas, principalmente asiáticas, han tenido preferencia por otros sectores.

Por ello, la producción de vehículos en España no ha logrado este año remontar y registra cifras de fabricación, a falta de un mes, por debajo de 2020, cuando las fábricas estuvieron cerca de dos meses completamente paradas sin actividad por la pandemia de la covid-19 y el confinamiento estricto. Desde comienzos de este año hasta el mes de noviembre se han producido 1.950.729 unidades, lo que ha supuesto una caída del 5,8% respecto a 2020, un ritmo de caída que se ha acentuado en los últimos meses con especial incidencia en el pasado mes de noviembre, cuando el total de vehículos producidos de 193.449 unidades supuso un retroceso del 28% respecto al mismo mes de 2020.

Pero si comparamos las cifras de este 2021 con las de 2019, la crisis de los microchips está marcando una caída de la producción de vehículos todavía más significativa, en torno al 25% menos que, en términos absolutos, va a significar que  las fábricas españolas puedan cerrar el año con una bajada muy superior al medio millón de unidades.

La falta de microchips ha lastrado la producción de turismos, unos 100.000 menos de lo previsto

En este sentido, no es España la única damnificada por esta grave crisis global. Los principales países europeos también muestran un aumento de los problemas de la producción sobre todo en el último trimestre, con caídas en Alemania (-46,7%), Italia (-31,7%), Portugal (-38,1%) o Reino Unido (-39,5%) especialmente significativas en relación a los datos pre pandémicos de 2019.

También las exportaciones están sufriendo esta crisis y, sólo el pasado mes de noviembre, registraron una fuerte caída del 26,8% en comparación con el mismo mes del año anterior que, en el acumulado del año, ha supuesto que se hayan enviado fuera de nuestras fronteras un total de 1.692.942 unidades, un descenso del 4,8% frente a lo obtenido en 2020.

Y si producción y exportación sufren descensos de volúmenes, también las matriculaciones en España se resienten y este 2021 cerrará con una inesperada, a principios de año, caída del 5% que va a suponer que este año se van a vender poco más de 850.000 coches, cifras que no se veían desde la fuerte crisis sufrida hace más de diez años.

En medio de toda esta crisis que afecta al automóvil, al menos las empresas españolas de componentes de automoción han dado muestras en este 2021 de unos mejores resultados. La patronal de este sector, Sernauto, ve cierto optimismo a pesar de la crisis gracias a que las cifras en exportaciones muestran un resurgimiento del crecimiento de la producción y comercio mundiales en determinadas regiones y países a lo largo de este ejercicio. Mercados como la Unión Europea, Estados Unidos o China han sido clave para los proveedores de automoción en la senda de la recuperación de cifras de facturación, así como el incremento en la diversificación de los socios comerciales del sector.

No en vano, en el segundo cuatrimestre del año las exportaciones de esta industria de componentes de automoción superaron los 6.300 millones de euros que supone una tasa de crecimiento del 25,4% respecto a 2020 aunque todavía una pequeña contracción, inferior al 4%, respecto al mismo periodo pre pandémico de 2019.

Cierre Nissan en Barcelona

Pero si ha habido en este 2021 un hecho especialmente negativo en el sector, ha sido el cierre definitivo de la fábrica de Nissan en Barcelona. Aunque se anunció con más de un año de antelación, ni fabricante ni instituciones han sido capaces en todo este tiempo bien de frenar el cierre o bien de llevar a cabo un proyecto alternativo que asegurase el mantenimiento de los 3.000 empleos que, desde hace casi una semana, están ya en sus casas aguardando un futuro incierto que no acaba de materializarse en alguno de los proyectos presentados para la reindustrialización de las plantas. Y es que tras cuatro décadas produciendo coches, furgonetas y pick-up la emblemática fábrica de Nissan Barcelona ha puesto fin a la producción de vehículos en las dos líneas de montaje que mantenía operativas.

Pero no sólo la industria y los concesionarios han sufrido esta interminable crisis, sino que sectores tan ligados al automóvil como el 'rent a car' están sufriendo la crisis de manera muy acusada y afectadas también por la lenta recuperación del sector turístico. Por ello, las empresas españolas de alquiler de coches cerrarán este 2021 sufriendo una caída de la facturación del 50% respecto a los datos pre pandémicos. Una caída de la facturación que ha supuesto también cerrar el ejercicio actual con una bajada de las matriculaciones en el sector de casi un 70% respecto al año pasado y del 26% respecto a 2019, para un total de algo más de 185.000 vehículos.

Y si ha habido alguien que ha aprovechado de manera positiva este complicado 2021 son los fabricantes automovilísticos chinos, que han aprovechado que Europa lo fía todo al coche eléctrico para iniciar una avalancha de marcas y modelos que ya han comenzado a llegar a los mercados europeos, España incluida. Y es que el despegue del coche eléctrico está favoreciendo sobre todo a la industria china, cuya relevancia hasta hace unos años en el sector del automóvil era mínima hablando de los motores de combustión.

Pero con la llegada de esta tecnología “verde”, está avanzando a pasos agigantados y adquiriendo una gran presencia en los mercados. No en vano, las marcas de automóviles chinas representan ya el prácticamente el 50 % de las ventas mundiales de coches eléctricos, cuando su presencia en el mercado global de coches de combustión apenas llegaba al 15%. Si no hace mucho ya se anunció la llegada de marcas como MG, DFSK, GWM o Seres, dos nuevos fabricantes han aterrizado recientemente en el mercado europeo.

Así, la marca Aiways ha llegado este año a nuestro mercado a través del grupo Astara tras cerrar un acuerdo comercial para la venta y distribución de sus productos en España y Portugal, con un SUV 100% eléctrico que llega sin complejos para rivalizar con los productos europeos. También llegó SWM, marca mítica italiana de motos, comprada por el gigante chino de la automoción Shineray Holdings que, aunque de momento se estrena en el sector de las cuatro ruedas con un SUV de combustión, ya ha señalado que sus próximos modelos serán eléctricos.

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