LaLiga acaba de publicar el reparto de los ingresos por derechos audiovisuales correspondientes a la Temporada 2020/2021. Un total de 1.605,2 millones de euros a repartir entre los clubes de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank según los criterios aprobados por el Real Decreto 15/2015. Un modelo de distribución de los ingresos que sitúa al F.C. Barcelona como el mayor beneficiado por este reparto de fondos, con más de 167,5 millones de euros, un 10,3% del total, seguido del Real Madrid que percibirá 163 millones, un 10,2%.
Los dos clubes han visto incrementados en un 20% los ingresos que reciben por estos derechos en las últimas 5 temporadas. El equipo culé ha pasado de ingresar 137 millones de euros en la temporada 14/15 a 165,5 millones en la temporada 20/21 mientras que los blancos, que recibieron en la temporada 2014/2015 137,8 millones, han visto incrementados sus ingresos a lo largo de los últimos años hasta situarse en los 163 millones.
Precisamente su presidente, Florentino Pérez, propulsor de la SuperLiga, defendía como uno de los argumentos a favor de la nueva competición, que intenta sacar adelante, la necesidad de generar una competición más atractiva que permitiera incrementar los ingresos provenientes de los derechos audiovisuales, ya que según afirmó en abril con el anuncio del proyecto, “no puede ser que en LaLiga ganen dinero los clubes modestos y el Barcelona pierda”. Argumentos que las cuentas presentadas por LaLiga cuestionan con las cifras recibidas por los clubes, ya que indican, no sólo que los grandes clubes son los mayores beneficiarios, sino cómo F.C. Barcelona y Real Madrid han incrementado sus ingresos por derechos audiovisuales un 20% en los últimos 5 años.
Unas cifras que sitúan a los grandes clubes españoles al mismo nivel de ingresos audiovisuales que los principales clubes de la Premier League, Manchester City, Manchester United, Liverpool y Chelsea, y que permitirían al F.C. Barcelona y Real Madrid competir en igualdad de condiciones que los equipos ingleses de la Premier League. Cabe señalar también, que al contrario de lo que sucede con los clubes españoles, los equipos ingleses han visto mermados los ingresos provenientes de derechos audiovisuales en los últimos años.
Modelo competitivo
El nuevo modelo de comercialización de derechos audiovisuales de LaLiga, que destaca que es más abierto y competitivo, estructurado en lotes más adaptados a las nuevas audiencias y con contratos de larga duración, le ha permitido mantener los ingresos audiovisuales, en un contexto en el que la mayoría de las grandes ligas europeas han tocado techo y están reduciendo sus ingresos en los últimos ciclos y en el que muchos expertos del sector auguraban importantes decrecimientos.
El concurso, que se ha resuelto con la adjudicación por 4.950 millones de euros para las próximas 5 temporadas, a Movistar y DAZN, destaca aún más al comparar la evolución descendiente de los derechos nacionales del resto del top 5 de las ligas europeas en las últimas temporadas, ya que la competición española es la única que mantiene estables sus cifras de ingresos audiovisuales en la nueva adjudicación respecto a la de 2019-2022
LaLiga defiende que la posibilidad de que en esta ocasión las ofertas sean a 5 años contribuye a una mayor estabilidad a medio plazo y crea una mayor certidumbre entre los adjudicatarios para invertir en el contenido. De esta forma, LaLiga se equipara a lo que ya hacen en otras ligas como la Premier League inglesa o la Bundesliga alemana y grandes competiciones deportivas, como la NBA o la NFL, reforzando su competitividad.
A nivel internacional, LaLiga también ha duplicado el valor de los derechos audiovisuales en México y Centroamérica con la renovación de sus derechos audiovisuales para ocho temporadas con una operación que se estima supera los 500 millones de euros, una espectacular subida que duplicaría los términos económicos del contrato actual al pasar de los cerca de 30 millones de euros de media por temporada a una media por encima de los 60 millones euros por temporada.
La elección de una duración de contrato de ocho temporadas por parte de todos los operadores en lugar de la alternativa de cinco, demostraría la confianza en el desarrollo y futuro de LaLiga y supone un respaldo importante a la apuesta de LaLiga por el nuevo modelo de comercialización de derechos audiovisuales más abierto y competitivo, estructurado en lotes más adaptados a las nuevas audiencias y periodos de vigencia de mayor duración.