Pedro Sánchez cierra su legislatura con un 5% más de empleo en España que antes de que fuese investido presidente. Es, sin duda, el mayor logro económico de su Gobierno; más aún si se tiene en cuenta el contexto de pandemia y guerra. Sin embargo, este dato se contrarresta si se tiene en cuenta que el mayor crecimiento se ha producido en el sector público, no en el privado.
Los empresarios han hecho esfuerzos por mantener sus negocios a flote e, incluso, aumentar sus plantillas, y el resultado es que hoy hay un 4% más de trabajadores en el sector privado que en 2019. Esto, incluso, con una reforma laboral entre medias que desincentiva el contrato temporal frente al indefinido (lo que ha provocado un trasvase importante hacia el contrato fijo discontinuo).
Sin embargo, donde más positivo resulta el balance laboral es en el sector público, con un crecimiento cercano al 10%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La Encuesta de Población Activa (EPA) refleja un aumento de los ocupados de 310.000 personas, hasta los 3,52 millones en el primer trimestre (los datos del segundo se publicarán la próxima semana).
En términos absolutos, lógicamente, el crecimiento ha sido más intenso en el sector privado, donde se concentra la mayor parte del mercado laboral. España tiene ahora 16,93 millones de ocupados entre asalariados y autónomos, habiendo crecido en 671.000 trabajadores respecto a 2019, según los datos de la Encuesta de la Población Activa.
De esta forma, en España se han creado 952.000 empleos entre el primer trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2023, de los que un tercio han sido públicos, por ese crecimiento más intenso en este colectivo en términos relativos, doblando el experimentado en el sector privado.
Durante el anterior gobierno de Mariano Rajoy, en un mismo periodo de cuatro años (entre el primer trimestre de 2014 y el primer trimestre de 2018) el empleo creció un 11%, motivo por el cambio de ciclo económico tras la crisis financiera sufrida. Se crearon 1,9 millones de empleos, de los que un 90% fueron privados y sólo un 10% fueron públicos.
El crecimiento de los ocupados del sector privado fue del 6% (185.000 personas más), mientras que en el público rondó el 12% (1,7 millones de personas más). Es decir, que ocurrió justo lo contrario: el empleo privado creció el doble que el público.
De hecho, si se echa la vista atrás, hasta 2011, justo cuando finalizó el anterior gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, había en España 3,26 millones de empleados públicos. En 2018, cuando Mariano Rajoy abandonó la Moncloa tras la moción de censura, había 3,11 millones. Es decir, que acabó con 162.000 trabajadores públicos menos que cuando tomó las riendas en 2011.
En definitiva, la legislatura de Pedro Sánchez ha marcado una senda muy distinta. BBVA Research y Fedea alertaron de este asunto en su último Observatorio trimestral del mercado de trabajo. Pusieron el foco en que en el primer trimestre la buena evolución del empleo estuvo impulsada sobre todo por el sector privado, corrigiendo ligeramente la diferencia producida durante la recuperación económica.
En todo caso, también advirtieron de que esa brecha entre el incremento del empleo del sector público (10% por encima del nivel precovid) y del privado (4%) se mantiene. Falta saber si ese cambio de tendencia se mantuvo también en el segundo trimestre, datos que publicará el Instituto Nacional de Estadística (INE), a través de la Encuesta de Población Activa (EPA) la próxima semana.